Japón se mantiene cauteloso ante reconocimiento de Palestina

Tokio aplaza reconocimiento oficial de Palestina para preservar relaciones clave y evitar escaladas

Tokio aplaza reconocimiento oficial de Palestina para preservar relaciones clave y evitar escaladas

A pocos días de la Asamblea General de la ONU, Japón ha decidido no reconocer por ahora el Estado de Palestina, según reportes del periódico Asahi. La posición responde a la estrategia diplomática de mantener lazos sólidos con Washington y evitar una respuesta más firme por parte de Israel, mientras otros países del G7 avanzan hacia un reconocimiento formal.

El debate sobre el reconocimiento del Estado de Palestina se encuentra en un punto crítico, cuando varios países occidentales se preparan para formalizarlo durante la Asamblea General de Naciones Unidas. Sin embargo, Japón ha optado por dar marcha atrás temporalmente, según fuentes citadas por Asahi, confirmando que no se unirá por ahora al grupo de naciones —como Francia, Reino Unido, Canadá o Australia— que planean reconocer Palestina en el marco del UNGA. 

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, tampoco estará presente en la reunión sobre la solución de dos Estados que se llevará a cabo el 22 de septiembre en Nueva York, un evento al que otros líderes acudirán con la intención de respaldar el reconocimiento. Según las informaciones disponibles, esta decisión responde en gran medida a los lazos estratégicos de Japón con Estados Unidos, país que ha presionado para que Tokio se abstenga de reconocer formalmente a Palestina. 

El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Takeshi Iwaya, ha dicho públicamente que el gobierno está realizando una evaluación “completa”, que incluirá considerar el momento oportuno y las modalidades adecuadas para cualquier reconocimiento en el futuro. Esa cautela diplomática parece buscar equilibrar varias variables: por un lado, mantener la coherencia con su tradicional apoyo a la solución de dos Estados; por otro, evitar tensiones con Israel y preservar la alianza con Estados Unidos, especialmente en un contexto internacional polarizado. 

Es importante notar que Japón no ha cambiado su posición respecto a la solución de dos Estados como marco de paz entre Israel y Palestina; lo que varía es el “cuándo” y el “cómo” del reconocimiento. Este matiz tiene consecuencias diplomáticas claras, pues el reconocimiento unánime o masivo que buscan Francia y otros países ejercería presión internacional sobre Israel para que haga concesiones, incluso respecto al bloqueo de Gaza, asentamientos, o al acceso humanitario. 

Además, al abstenerse por ahora de reconocer formalmente, Japón evita exponer posibles repercusiones políticas domésticas, así como diplomáticas, incluyendo una eventual respuesta negativa de Israel o implicaciones en su relación con los países árabes o con la comunidad internacional. Las fuentes citadas señalan que Tokio considera que reconocer unilateralmente en este momento podría endurecer la postura israelí hacia Japón o hacia los procesos de mediación. 

El panorama global diplomático también está en plena tensión: el 12 de septiembre, la Asamblea General de la ONU aprobó abrumadoramente una declaración para pasos concretos, con plazos y carácter irreversible, hacia la solución de dos Estados, apoyada por 142 países. Japón se sumó a esa votación. Sin embargo, ese respaldo no equivale a reconocer formalmente el Estado palestino, algo que Japón deja para una decisión futura, pendiente de condiciones internacionales, bilaterales y de seguridad.