Crisis diplomática | Tensiones entre Washington y Pretoria

Trump boicotea el G20 en Sudáfrica y acusa al país de violar los derechos humanos

EPA/JIM LO SCALZO / POOL

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una nueva tormenta diplomática al anunciar que ningún representante estadounidense acudirá al G20 que se celebrará en Sudáfrica, en protesta por lo que calificó como “asesinatos y abusos contra los afrikaners”. La decisión ha generado fuertes reacciones internacionales y amenaza con tensar las relaciones con uno de los principales socios de África.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que boicoteará la próxima cumbre del G20 en Sudáfrica, asegurando que ningún funcionario de su administración asistirá al evento mientras —según sus palabras— “continúen las violaciones de derechos humanos” contra la población afrikaner.

A través de una publicación en su red social Truth Social, Trump calificó la situación en el país africano de “total desgracia”, afirmando que “los afrikaners están siendo asesinados, masacrados y sus tierras confiscadas ilegalmente”. En su mensaje, el mandatario criticó que una reunión del G20 se celebre en un país “donde el Gobierno permite estas atrocidades”.

“Mientras estos abusos continúen, ningún funcionario de Estados Unidos pondrá un pie en Sudáfrica”, escribió Trump. “Esperamos con ansias recibir la próxima cumbre del G20 en Miami, Florida”.

Los comentarios del presidente provocaron una reacción inmediata del Gobierno sudafricano, que calificó las declaraciones como “infundadas, racistas y profundamente irresponsables”. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudáfrica defendió la seguridad del país y subrayó que “no existe ninguna campaña sistemática de violencia dirigida contra la población afrikaner”.

El tema de la reforma agraria ha sido uno de los más polémicos en Sudáfrica en los últimos años. El Gobierno del presidente Cyril Ramaphosa ha impulsado la redistribución de tierras históricamente expropiadas durante el apartheid, lo que ha despertado críticas de grupos conservadores y de la extrema derecha internacional, que acusan al país de “perseguir” a los agricultores blancos.

Trump ya había expresado preocupaciones similares durante su primer mandato, cuando pidió al Departamento de Estado investigar la situación de las granjas sudafricanas, en una medida que fue interpretada como un intento de cortejar a su base más nacionalista.

Los analistas advierten que la decisión de ausentarse del G20 podría tener repercusiones diplomáticas y económicas. Sudáfrica es miembro del grupo BRICS (junto con Brasil, Rusia, India y China) y mantiene estrechos lazos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea. Un boicot formal al G20 podría aislar aún más a Washington en el escenario internacional, especialmente tras las recientes tensiones con China y Rusia.

El anuncio llega en un contexto de gran inestabilidad política interna en Estados Unidos, con el Gobierno aún parcialmente cerrado y los mercados financieros mostrando señales de fatiga. Mientras tanto, los aliados europeos han optado por la cautela: Bruselas reiteró que todos los miembros del G20 deberían participar “en nombre de la cooperación global, no del aislamiento político”.