Trump cambia las reglas del juego: EE. UU. prepara una operación militar para derrocar a Maduro
La tensión en América Latina alcanza un nuevo punto crítico. Según fuentes citadas por el Financial Times, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría reorientado la misión militar desplegada en el Caribe —originalmente diseñada como una operación antidrogas— hacia un objetivo político directo: forzar la salida de Nicolás Maduro del poder.
La situación en Venezuela vuelve a situarse en el epicentro de la geopolítica internacional. De acuerdo con el Financial Times, la Casa Blanca habría decidido dar un giro estratégico a su despliegue militar en el Caribe, transformando una operación que comenzó bajo la narrativa de la “lucha contra el narcotráfico” en una campaña de presión para provocar la caída del gobierno de Maduro.
La maniobra, que incluye buques de guerra, aviones de combate y personal especializado en inteligencia, representa el movimiento más audaz de Washington hacia Caracas desde la crisis diplomática de 2019. Analistas consultados por el diario británico sostienen que el objetivo de Trump sería convencer al círculo de poder de Maduro de que abandonar el cargo es “más seguro que mantenerse en él”, sugiriendo que la estrategia combina fuerza militar, presión económica y operaciones psicológicas.
Según fuentes de la oposición venezolana, el operativo comenzó con ataques a embarcaciones acusadas de transportar drogas, lo que habría servido como “cobertura táctica” para un despliegue más amplio. “Esto va más allá de la lucha antidroga. Es un mensaje directo al régimen de Caracas”, explicó un exdiplomático latinoamericano al medio.
Aunque la Casa Blanca no ha confirmado oficialmente el cambio de enfoque, las recientes declaraciones del propio Trump en actos públicos parecen apuntar en esa dirección. El presidente afirmó esta semana que “la era de las concesiones ha terminado” y que su administración “no descansará hasta devolver la libertad a Venezuela”.
El giro estratégico de Washington también se produce en un momento en que la CIA ha ampliado su presencia en territorio venezolano, según reportes previos, y cuando el Departamento de Estado mantiene conversaciones discretas con países de la región —entre ellos Brasil y Colombia— para reforzar la cooperación en materia de seguridad.
Los expertos advierten que un movimiento de este tipo podría reconfigurar por completo el equilibrio regional. “Si EE. UU. pasa de una operación de interdicción a una de cambio de régimen, estamos ante una escalada sin precedentes en el hemisferio”, señala Michael Shifter, analista del Inter-American Dialogue. “No es solo un asunto venezolano, es un pulso de poder global donde China y Rusia también tienen intereses directos”.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro ha guardado silencio sobre el informe, aunque en días recientes denunció la presencia de buques estadounidenses “en aguas jurisdiccionales venezolanas”. Fuentes cercanas al Palacio de Miraflores afirman que las fuerzas armadas venezolanas se encuentran en alerta máxima y que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha ordenado reforzar la vigilancia aérea y marítima en el Caribe.
El movimiento de Trump reabre un viejo capítulo de confrontación entre Washington y Caracas, pero con una diferencia sustancial: ahora el discurso del “cambio de régimen” vuelve al centro de la escena, respaldado por una operación militar activa. A la espera de una confirmación oficial, la región observa con cautela un tablero geopolítico que podría transformarse en cualquier momento.