Política / Estados Unidos

Trump firma la ley que reabre el Gobierno de EE.UU. tras el cierre más largo de la historia

EPA/YURI GRIPAS

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó la ley que pone fin al bloqueo institucional de 41 días, reanudando las operaciones federales y declarando “el retorno a la normalidad”. El cierre, según el propio mandatario, costó al país 1,5 billones de dólares.

El Gobierno de Estados Unidos vuelve a funcionar. El presidente Donald Trump firmó este miércoles la legislación que restablece plenamente las operaciones federales, poniendo fin al cierre más prolongado en la historia del país, que paralizó durante 41 días gran parte de la actividad administrativa.

El texto, aprobado horas antes por el Congreso, restablece la financiación de los organismos públicos y garantiza el pago retroactivo a los más de 800.000 empleados federales que permanecían sin salario. Con esta medida, se cierra un episodio que afectó a sectores clave como la aviación civil, la gestión de datos económicos y los servicios de asistencia alimentaria.

El Gobierno federal retomará sus operaciones normales”, declaró Trump al rubricar el acuerdo. “Este cierre ha costado al país 1,5 billones de dólares, una cifra inaceptable. Nunca debimos llegar a este punto”. El presidente aprovechó el momento para agradecer a los líderes del Congreso —especialmente al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson— por haber alcanzado un compromiso bipartidista.

El pacto pone fin a semanas de tensión política entre demócratas y republicanos, que discrepaban sobre las prioridades de gasto público. El acuerdo final contempla una financiación temporal del Gobierno hasta el 30 de enero, además de garantizar la reincorporación de todos los trabajadores despedidos durante el cierre y prometer una votación futura sobre los subsidios de salud del Obamacare, una de las principales exigencias del bloque demócrata.

Impacto económico y político

El cierre dejó un impacto económico y social notable. La paralización parcial de los servicios federales afectó el flujo comercial, la administración tributaria y la entrega de estadísticas oficiales, retrasando indicadores clave de empleo e inflación. Según estimaciones de analistas de Bloomberg y el Congressional Budget Office (CBO), el costo total podría representar una pérdida del 0,3% del PIB trimestral.

A nivel político, Trump ha tratado de presentar el desenlace como una victoria de liderazgo y eficacia. “Hemos devuelto la estabilidad al país. El pueblo estadounidense puede confiar en que su Gobierno está nuevamente en marcha”, afirmó durante un discurso en la Casa Blanca. Sin embargo, voces críticas dentro del Partido Demócrata calificaron el cierre como un “fracaso innecesario” que dejó en evidencia la falta de consenso y el daño a la reputación internacional de Estados Unidos.

Reacciones en los mercados

La firma de la ley fue recibida con optimismo en los mercados financieros. En Wall Street, el Dow Jones se disparó más de 470 puntos, mientras el S&P 500 y el Nasdaq registraron ligeras ganancias. Los inversores interpretaron la reapertura como una señal de alivio que permitirá la publicación de los datos económicos atrasados y reducirá la incertidumbre en torno a las próximas decisiones de la Reserva Federal.

“Los mercados estaban esperando claridad institucional”, señaló Kathleen Brooks, analista de XTB. “El fin del cierre devuelve estabilidad política y reduce el riesgo de disrupciones fiscales que podían contagiar al dólar y a la deuda estadounidense”.

Con la Administración retomando su actividad, los analistas anticipan que las próximas semanas serán claves para evaluar los efectos reales de la parálisis. Mientras tanto, Trump ha reiterado su compromiso de “garantizar que algo así no vuelva a ocurrir”.