Trump plantea encuentro directo con Zelenskiy y Putin y exige fin inmediato al petróleo ruso
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que pareciera inevitable que tenga que reunirse en persona con el ucraniano Volodímir Zelenskiy y el ruso Vladímir Putin, ya que, dijo, estos líderes no pueden compartir sala. Antes de partir hacia una visita de Estado en Reino Unido, Trump además insistió en que Europa deje ya de comprar petróleo ruso y que Zelenskiy deberá negociar un acuerdo si se busca una solución duradera al conflicto en Ucrania.
Donald Trump ha intensificado sus exigencias diplomáticas en relación con la guerra en Ucrania al afirmar que, para alcanzar un acuerdo, será necesario un acercamiento directo entre los máximos responsables del conflicto. “Zelenskiy y Putin, se odian entre sí. Parece que tendré que estar en una sala con ellos porque no pueden estar juntos”, declaró Trump a los periodistas justo antes de su viaje oficial al Reino Unido.
Estas declaraciones van acompañadas de una dura presión política hacia los países europeos: Trump reclama que cesen inmediatamente sus compras de petróleo procedente de Rusia. Según él, este tipo de importaciones sigue financiando la maquinaria bélica rusa. Más aún, ha sugerido imponer aranceles de entre el 50 % y el 100 % a China debido a que esa nación continúa siendo uno de los principales compradores de petróleo ruso, lo que, en su visión, perpetúa el conflicto.
El mandatario ha señalado también que Zelenskiy “tendrá que hacer un trato” para alcanzar una paz viable, algo que, según Trump, parece cada vez más urgente dado el estancamiento diplomático.
Estas exigencias no son nuevas. En comunicaciones previas, durante llamadas con líderes europeos integrantes del grupo denominado la “Coalición de los Dispuestos” (“Coalition of the Willing”), Trump ya había instado a Europa a cortar sus importaciones energéticas rusas, subrayando que Rusia recibió alrededor de 1.100 millones de euros en ingresos por la venta de combustible solo durante un año a la UE. La Comisión Europea, por su parte, ha propuesto que la UE elimine por completo las importaciones de petróleo y gas rusos para el 1 de enero de 2028.
Desde Kiev, el presidente Volodímir Zelenskiy ya ha convertido en tema prioritario la presión diplomática sobre países como Eslovaquia para que abandonen sus compras energéticas de Rusia, y ha ofrecido suministrarles alternativas si renuncian al petróleo ruso.
Sin embargo, la propuesta de Trump enfrenta obstáculos reales. Algunos estados europeos dependen en gran medida del petróleo ruso o tienen contratos de largo plazo que implican sanciones o penalizaciones significativas si cesan las importaciones abruptamente. Además, imponer aranceles elevados a terceros países como China implicaría también riesgos geoeconómicos, con posibles represalias, disrupciones comerciales y tensión diplomática. Hasta ahora, Trump no ha especificado un mecanismo claro ni un cronograma preciso para supervisar que sus demandas se implementen, más allá de declaraciones públicas.