Trump rechaza oferta de Maduro, EEUU publica archivos Epstein y Arabia Saudita consolida su poder en Oriente Medio

En un día cargado de eventos con impacto internacional, tres noticias destacan por encima del resto: la aprobación histórica en la Cámara de Representantes de EEUU sobre los archivos Epstein, la revelación de una oferta rechazada entre Nicolás Maduro y Donald Trump, y el fortalecimiento sin precedentes de Arabia Saudita como actor clave en Oriente Medio.

Este conjunto de sucesos despliega un complejo tablero de poder, transparencia y estrategias diplomáticas de alto voltaje.

La Cámara Baja estadounidense ha dado luz verde —con un aplastante 427-1— a la Ley de Transparencia que obliga al Departamento de Justicia a liberar todos los materiales sin clasificar relacionados con Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell.

Más allá de la abrumadora aprobación bipartidista, llama la atención la unanimidad que se espera en el Senado, cuyo líder, John Thune, afirmó que la votación será inmediata a la llegada del documento.

Donald Trump, con un marcado tono de fastidio, aseguró que firmará la ley cuando llegue a su despacho y negó cualquier vínculo con el escándalo, lanzando una señal clara de que este asunto continuará muy presente en el debate público.

Recientemente, The New York Times destapó un episodio poco conocido en la diplomacia estadounidense: una propuesta secreta formulada por Nicolás Maduro para dejar el poder en dos años.

Según la investigación, este acercamiento se gestionó discretamente, con mediación de la CIA y autorización expresa de Trump. Sin embargo, Washington descartó la propuesta por resultar demasiado prolongada en el tiempo, prefiriendo explorar variantes para una salida inmediata.

La casa Blanca dejó claro que no aceptará ningún mecanismo que prolongue el mandato del líder venezolano, cerrando así uno de los posibles caminos hacia una transición política en el país caribeño.

Arabia Saudita no se queda atrás en esta jornada política tan agitada. La firma de un pacto de defensa, cooperación tecnológica y ventas militares con Estados Unidos ha puesto a Riad en una posición prominente como ‘aliado clave fuera de la OTAN’, según anunció Trump.

Este nuevo estatus abre puertas a la adquisición de tecnología bélica avanzada, como los cazas F-35, y fortalece la alianza con el gigante norteamericano, cimentando a Arabia Saudita como potencia regional.

Además, el príncipe heredero Mohammed bin Salman dejó entrever su interés en sumarse a los Acuerdos de Abraham, pero con la condición no menor de garantizar un camino real hacia la creación de un Estado palestino. Así, el reino reafirma su papel mediador imprescindible en una región históricamente compleja.