Nuevas sanciones europeas elevan la presión económica sobre Moscú

La UE aprueba su 19.º paquete de sanciones contra Rusia: foco en bancos, energía y criptomonedas

La UE aprueba su 19.º paquete de sanciones contra Rusia: foco en bancos, energía y criptomonedas

La Comisión Europea ha adoptado este viernes el nuevo paquete de sanciones —el decimonoveno— contra Rusia como parte de su estrategia para aumentar la presión económica sobre Moscú. Las medidas se dirigen especialmente al sector bancario, energético y al uso de criptomonedas, e incluyen la propuesta de adelantar el veto a las importaciones de gas natural licuado procedente de Rusia para enero de 2027.

La aprobación del 19.º paquete de sanciones por parte de la Unión Europea marca un nuevo hito en la tensión geopolítica que se ha venido incubando desde el estallido de la guerra en Ucrania. Con la guerra económica como telón de fondo, los responsables comunitarios vuelven a demostrar que buscan ahogar las fuentes de financiación que sostienen la máquina militar rusa, así como cerrar los resquicios que permiten la evasión de sanciones.

Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión, y Kaja Kallas, Alta Representante para Asuntos Exteriores, serán las encargadas de dar más detalles en los próximos anuncios oficiales, tras la confirmación de que el paquete sancionador incluye tres grandes objetivos: los bancos rusos y de Asia Central, el sector energético, y las actividades relacionadas con criptomonedas

Una de las medidas más relevantes será el adelanto del veto a las importaciones de gas natural licuado (LNG) ruso, previsto para entrar en vigor el 1 de enero de 2027, un año antes de lo que se había planteado originalmente. Este paso supone un endurecimiento significativo en la política energética europea, que ya había comenzado, pero no con la misma urgencia. 

Del mismo modo, se hace especial hincapié en la que se conoce como la “flota sombra” rusa: buques cisterna, intermediarios y servicios auxiliares que han permitido la exportación de hidrocarburos pese a los embargos. También se reforzarán los controles sobre las redes de criptomonedas y los bancos que operan desde terceros países para sortear las sanciones: se persigue tanto impedir el lavado de activos como interrumpir vías financieras alternativas. 

En cuanto a su implementación, el paquete debe ser ratificado por los Veintisiete en el Consejo Europeo y, aunque ya cuenta con un amplio consenso político, todavía podrían surgir debates sobre las implicaciones para la seguridad energética, los costes para los países que dependen del gas ruso, y los mecanismos legales para asegurar cumplimiento efectivo. Se da además en un momento en que la UE trabaja para reducir su dependencia energética de Rusia hacia 2027, una meta que aparece vinculada estrechamente a estas sanciones.