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Washington mantiene su política: “desnuclearización completa” de Corea del Norte

Washington mantiene su política: “desnuclearización completa” de Corea del Norte

El Departamento de Estado de Estados Unidos reafirmó que su objetivo sigue siendo la desnuclearización total de Corea del Norte, pese al estancamiento de las negociaciones y a la creciente presión militar en la península. La postura, confirmada a la agencia surcoreana Yonhap, refleja la continuidad de una línea que Washington sostiene desde hace más de dos décadas.

El pulso nuclear con Corea del Norte vuelve al primer plano. El Departamento de Estado de Estados Unidos reiteró este martes que la política de Washington es “la completa desnuclearización de Corea del Norte”, sin matices ni aperturas a un desarme parcial. La declaración fue transmitida a la agencia Yonhap y busca enviar un mensaje claro tanto a Pyongyang como a Seúl: la posición estadounidense no cambia, pese a los años de bloqueo en el diálogo y al aumento de las pruebas de misiles norcoreanos.

La ratificación llega en un contexto de tensiones crecientes. Corea del Norte ha intensificado sus lanzamientos de misiles balísticos en 2025, probando sistemas de alcance intercontinental y submarinos que han despertado alarma en Japón y Corea del Sur. Las maniobras conjuntas entre Washington y Seúl —que incluyen ejercicios aéreos con bombarderos estratégicos y despliegue de portaaviones— han sido respondidas por Pyongyang con amenazas de reforzar su arsenal nuclear y “equilibrar fuerzas” en la región.

El gobierno de Kim Jong-un insiste en que su programa nuclear es “irreversible” y necesario para su supervivencia, especialmente tras el fracaso de la cumbre de Hanói en 2019, cuando Estados Unidos rechazó levantar sanciones a cambio de un desarme parcial. Desde entonces, no ha habido avances sustanciales, y los canales diplomáticos están prácticamente congelados. Washington, sin embargo, subraya que la desnuclearización total sigue siendo condición indispensable para levantar sanciones y abrir una nueva etapa de cooperación económica.

Expertos señalan que la posición estadounidense responde también a la coordinación con Corea del Sur y Japón, que han reforzado su cooperación trilateral en seguridad tras la cumbre de Camp David en 2023. Allí, los tres países acordaron compartir inteligencia en tiempo real y establecer consultas urgentes ante pruebas de misiles norcoreanos. La estrategia de presión coordinada contrasta con el acercamiento limitado que China y Rusia mantienen con Pyongyang, bloqueando en el Consejo de Seguridad nuevas sanciones más severas.

Para el mercado global y los sectores empresariales, la estabilidad en la península de Corea es clave: la región concentra grandes polos de innovación tecnológica y cadenas de suministro críticas en semiconductores, automoción y baterías. Un escalado prolongado puede traducirse en más riesgo geopolítico y mayor volatilidad en los mercados asiáticos, con impacto en la confianza inversora.