3I/ATLAS

Descubre lo que revela la imagen del cometa 3I/ATLAS tomada el 6 de noviembre de 2025

Un visitante interestelar vuelve a mostrarse: el cometa 3I/ATLAS reaparece tras su encuentro con el Sol
Un visitante interestelar vuelve a mostrarse: el cometa 3I/ATLAS reaparece tras su encuentro con el Sol

El universo nos acaba de regalar otra postal cósmica, y no una cualquiera. El cometa interestelar 3I/ATLAS —solo el tercero conocido que procede de fuera de nuestro sistema solar— ha vuelto a dejarse ver tras su paso cercano al Sol, y lo ha hecho de una manera espectacular. La imagen, capturada el 6 de noviembre por el Virtual Telescope Project 2.0 desde Manciano (Italia), muestra con claridad su coma, esa nube de gas y polvo que envuelve al núcleo y que confirma que seguimos ante un cuerpo realmente activo, a pesar de las duras condiciones de observación.

El astrónomo Gianluca Masi, responsable del proyecto, compartió la fotografía tomada a partir del promedio de seis exposiciones de 60 segundos sin filtro, usando un telescopio robótico Celestron C14. La sesión no fue precisamente sencilla: el cometa apenas se elevaba 10 grados sobre el horizonte este, el Sol se encontraba a unos -12 grados bajo el horizonte y la Luna, casi llena, iluminaba el cielo con fuerza. Aun así, la imagen resultante es un logro técnico y un testimonio del empeño humano por mirar más allá.

Un cometa que no pertenece a nuestro sistema solar

3I/ATLAS fue descubierto en julio de 2025 por el sistema de búsqueda ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) y rápidamente identificado como un objeto interestelar, es decir, un cuerpo celeste que no se formó en nuestro sistema solar. Su trayectoria hiperbólica indica que llegó desde el espacio interestelar y que, tras su breve visita, volverá a perderse en la oscuridad del cosmos.

Su perihelio —el punto más cercano al Sol— tuvo lugar a finales de octubre, y los astrónomos esperaban con ansias volver a observarlo en cuanto reapareciera al amanecer. Lo que muestra esta nueva imagen es que, incluso después de enfrentarse al intenso calor solar, el cometa sigue emitiendo gases y polvo, lo que lo convierte en una mina de información para los científicos.

Los primeros análisis sugieren que 3I/ATLAS posee una composición muy distinta a la de los cometas típicos del sistema solar. En concreto, parece contener una proporción de dióxido de carbono hasta ocho veces superior a la del agua, un dato que apunta a que se formó en una región extremadamente fría, quizás en los confines de otro sistema planetario. En otras palabras, este cometa es una cápsula del tiempo de otro rincón de la galaxia.

Una observación con mérito

Capturar a 3I/ATLAS no ha sido tarea fácil. Con el brillo de la Luna y el Sol aún próximo al horizonte, la visibilidad era mínima. A pesar de ello, el Virtual Telescope Project, un observatorio remoto que permite a científicos y aficionados realizar observaciones astronómicas por internet, consiguió registrar la actividad del cometa con nitidez suficiente para distinguir su coma.

Esa “nebulosidad” alrededor del núcleo es lo que confirma que el cuerpo sigue activo, liberando gas y partículas mientras se aleja del Sol. En términos científicos, es una evidencia directa de su naturaleza cometaria y de que no se trata de un simple asteroide interestelar.

The interstellar comet 3I/ATLAS, imaged on 6 Nov. 2025.

Más allá de la foto: lo que significa

La observación del 3I/ATLAS no solo tiene valor estético o anecdótico. Permite comparar su comportamiento con el de los cometas locales y ampliar la comprensión sobre cómo se forman los sistemas planetarios. Si su composición es tan diferente como indican las primeras mediciones, podría ofrecer pistas sobre los ingredientes químicos que abundan en otros lugares de la galaxia y sobre los procesos que dieron forma a esos mundos.

Además, al ser apenas el tercer visitante interestelar conocido —después de ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019)—, cada dato que se obtiene es un pequeño paso en la construcción de un nuevo campo de estudio: la astroarqueología interestelar, el intento de descifrar la historia de otros sistemas estelares a través de fragmentos errantes que nos llegan.

Figura 2 Pregunta No. 1 cámara de alta resolución de envoltura capturada por el Atlas

Un recordatorio de nuestra pequeñez

La imagen del 6 de noviembre es más que una proeza técnica. Es un recordatorio de que no estamos aislados, de que incluso en la vastedad del espacio, fragmentos de otros lugares pueden cruzar nuestro camino. Es posible que 3I/ATLAS ya esté alejándose para siempre, pero su breve paso por las inmediaciones del Sol ha dejado una huella científica y simbólica: la de un visitante de otro sistema, observado desde un pequeño telescopio en la Tierra, en medio de la noche italiana.

En tiempos donde mirar hacia arriba parece un lujo, esta imagen nos recuerda algo esencial: seguimos siendo una especie curiosa, empeñada en entender su lugar en el universo. Y mientras ese impulso siga vivo, cada cometa, cada destello, y cada foto como esta serán un motivo más para seguir explorando.

Atlas del objeto interestelar y la posición relativa del orbitador Tianqing-1 Mars