Un historiador pone a caldo la última afirmación de Arturo Pérez Reverte: "Es una parida histórica de barra de bar"
La última aparición de Arturo Pérez-Reverte en el podcast The Wild Project, dirigido por Jordi Wild, ha dejado una de esas frases que incendian redes, abren debates y sacan a relucir viejas heridas históricas. Y esta vez, la polémica ha sido inevitable.
Durante la conversación, Perez-Reverte afirmó con rotundidad:
“Europa se hizo contra España. Alemania se hizo contra España. Holanda se hizo contra España. Inglaterra se hizo contra España. Somos el factor histórico más decisivo de la historia de la humanidad, posiblemente después del Imperio romano.”
Una declaración que, como era de esperar, provocó ruido inmediato: apoyos entusiastas, rechazos contundentes y un oleaje de matices entre ambos extremos. Pero lo que nadie esperaba era la reacción especialmente dura de un historiador profesional.
Jagoba Álvarez Ereño: “Es una parida histórica de barra de bar”
El historiador Jagoba Álvarez Ereño —Licenciado en Historia e historiador. Docente de Secundaria. Director de DDHH y Atención a Víctimas del Gobierno Vasco (2024-2025)
— no tardó en responder. Y lo hizo sin suavizar el golpe:
“Es una brocha tan gorda que resulta difícil saber si empezar por el principio o por el final. Me resulta una parida histórica tan grande y un análisis tan de barra de bar.”
Su crítica apunta directamente al método, o más bien a la ausencia de él. Según Álvarez Ereño, la afirmación de Pérez-Reverte mezcla periodos, procesos, actores históricos y realidades geopolíticas separadas por siglos, todo en un único brochazo interpretativo sin matices.
¿Por qué ha generado tanta polémica la frase de Reverte?
La afirmación del escritor parte de una interpretación extendida: la España imperial como eje conflictivo del nacimiento de las grandes potencias europeas modernas.
Es cierto que:
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Inglaterra creció enfrentándose al poder marítimo español.
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Holanda nació literalmente contra España durante la Guerra de Flandes.
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Francia construyó parte de su identidad moderna en oposición a la hegemonía de los Austrias.
Pero Reverte va mucho más allá: presenta toda la construcción de Europa como un proyecto articulado contra España y coloca a la España del Siglo de Oro como el segundo mayor factor transformador de la historia tras Roma.
Para muchos historiadores, esto es una exageración épica, unificación artificial de procesos complejos y, sobre todo, una visión excesivamente nacionalizada de la historia europea.
Los historiadores piden matices
Las críticas no vienen solo de Jagoba Álvarez Ereño. Otros especialistas consultados en redes y foros académicos han señalado:
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Falta de rigor en la concatenación histórica.
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Sobredimensionamiento del papel español, ignorando el desarrollo paralelo de Francia, Inglaterra, el Sacro Imperio o los reinos italianos.
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Una narrativa épica más propia de novela que de historiografía.
El problema no es que España tuviera un rol fundamental —lo tuvo—, sino convertir ese rol en un eje universal que explica todo lo demás.
¿Y qué dice Reverte?
El escritor no ha matizado sus palabras, y quienes lo conocen saben que tampoco suele hacerlo. La provocación intelectual forma parte de su estilo, y en The Wild Project llegó precisamente para eso: para zarandear, sacudir y poner temas sobre la mesa.
Su frase, aunque históricamente discutible, funciona como disparo narrativo: llama la atención, provoca reflexión y alimenta el debate.
¿Una provocación útil… o un exceso peligroso?
La disputa deja una reflexión más amplia:
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¿Debe un escritor de ficción histórica hablar con licencia narrativa?
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¿Debe un historiador exigir precisión incluso en un programa de entretenimiento?
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¿Hasta qué punto un discurso épico influye en la percepción pública del pasado?
La tensión entre divulgación popular y rigor académico vuelve a quedar expuesta. Y en este caso, con dos figuras carismáticas en cada extremo.
La batalla no es sobre España, sino sobre cómo contar la historia
Quizás por eso el debate se ha hecho viral: porque no trata solo de imperios, guerras o hegemonías, sino de algo mucho más actual.
¿Quién tiene la autoridad para narrar el pasado?
¿El escritor que seduce o el historiador que corrige?
En esa línea, Pérez-Reverte dispara.
Y Jagoba Álvarez Ereño responde.
Y entre ambos, el debate sobre España, Europa y sus mitos se reabre una vez más.