Arresto en Manchester sacude la seguridad en Europa

Ataque en sinagoga de Manchester deja dos muertos y siembra alarma global

EPA/ANDY RAIN Ataque en sinagoga de Manchester deja dos muertos y siembra alarma global

Durante la celebración de Yom Kippur, una de las jornadas más sagradas del calendario judío, un hombre estrelló su vehículo contra peatones frente a la Sinagoga Heaton Park y luego apuñaló a varios presentes. La policía respondió rápidamente y abatió al presunto autor del ataque, que aún no ha sido confirmado como fallecido. Dos personas han confirmado su deceso y al menos tres resultaron gravemente heridas. El primer ministro británico ha calificado el episodio como “atroz” y ha reforzado las medidas de protección en todas las sinagogas del país.

El jueves 2 de octubre, alrededor de las 9:31 a.m. (hora local), la policía de Greater Manchester fue alertada de un incidente frente a la Heaton Park Hebrew Congregation Synagogue, en el barrio de Crumpsall, al norte de la ciudad. Reportes iniciales señalaban que un vehículo había sido conducido contra personas que transitaban cerca del recinto religioso. Un testigo también informó que un hombre fue apuñalado.

Inmediatamente, se desplegaron agentes armados. En apenas minutos, la policía activó el código PLATO, protocolo empleado en Reino Unido para responder a escenarios de amenaza terrorista masiva. A las 9:38 a.m., se dispararon tiros hacia un hombre ubicado dentro del perímetro de la sinagoga, al que se consideraba el autor del suceso. Paramédicos llegaron al lugar pocos minutos después, atendiendo a cuatro personas con lesiones causadas por el vehículo y por arma blanca. 

Las autoridades confirmaron más tarde que dos víctimas perdieron la vida. Tres personas permanecen en estado grave. Sobre el agresor, se difundió que fue abatido por la fuerza policial, aunque su muerte no había sido oficialmente verificada, ante la presencia de “objetos sospechosos” que requerían la actuación de equipos de desactivación de explosivos. 

El primer ministro británico, Keir Starmer, acortó su visita a Copenhague, donde debía asistir a una reunión de líderes de la Comunidad Política Europea, para encabezar un gabinete de crisis (COBRA). En sus declaraciones, condenó el ataque como “especialmente horroroso” por su coincidencia con Yom Kippur y prometió reforzar la seguridad en todas las sinagogas del país. La casa real británica y líderes comunitarios expresaron su consternación. El rey Carlos III se declaró “profundamente consternado y entristecido”. 

En la esfera local, el alcalde de Manchester, Andy Burnham, informó que el peligro inmediato aparentemente había sido neutralizado. A su vez, el líder del Ayuntamiento de Manchester, Bev Craig, manifestó su apoyo a la comunidad judía local y prometió colaboración estrecha con autoridades para brindar seguridad y asistencia. 

La sinagoga afectada, ubicada en Middleton Road, Higher Crumpsall, es una comunidad ortodoxa de la tradición ashkenazí con historia desde 1935 y edificio actual finalizado en 1967. En un comunicado oficial, el consejo municipal de Manchester llamó al respeto y unidad frente a esta agresión: “Manchester está con nuestra comunidad judía en este momento tan oscuro”. 

Contexto global, antisemitismo y el riesgo creciente

Este episodio ocurre en un momento en que el antisemitismo ha sido observado con preocupación creciente en Europa. Solo en Reino Unido, durante 2024 se registraron más de 3.500 incidentes antisemitas, según el Community Security Trust. La selección de un día sagrado como Yom Kippur eleva la gravedad simbólica del ataque y lo inscribe en una escalada potencialmente motivada por odio religioso. 

Las autoridades británicas han iniciado una investigación con participación del contra terrorismo y de MI5. Las medidas de seguridad en sinagogas del Reino Unido han sido reforzadas de inmediato. Este tipo de ataques —mezcla de atropello con vehículo y ataque con arma blanca— guarda semejanzas con tácticas observadas en acciones terroristas en otros países europeos. El modus operandi coincide con técnicas recientes donde se combinan múltiples armas para generar pánico y confusión, dificultando la intervención inmediata.

En Reino Unido en particular, la recurrencia de amenazas procedentes de extremos ideológicos —islámicos o de ultraderecha— ha obligado a reforzar la coordinación entre fuerzas policiales, servicios de inteligencia y comunidades religiosas. Asimismo, el uso del código PLATO visibiliza cómo los mecanismos nacionales ya están calibrados ante amenazas de este tipo. 

Para la comunidad judía local, el impacto es profundo: la violencia ha golpeado metas espirituales y de convivencia en un momento de recogimiento. Para las autoridades británicas, el reto inmediato es contener la propagación del miedo, mejorar la seguridad preventiva y atender el dolor de las familias afectadas. Para Europa, esta agresión refuerza la urgencia de políticas eficaces contra el terrorismo religioso y los discursos del odio.