¿Contactos con extraterrestres? Trump y el polémico documental que prende la mecha en EE.UU.

El nombre Donald Trump vuelve a estar en boca de todos, pero ahora no por sus tradicionales polémicas políticas sino por un documental que está causando revuelo en Estados Unidos. ¿Y de qué va el asunto? Nada menos que de contactos con extraterrestres, o al menos eso es lo que sugiere Age of Disclosure, una producción que pone sobre el tapete información reservada –o supuesta tal– que habría conocido durante su mandato.

Este tema, más propio de la ciencia ficción, ha desencadenado una oleada de debates y cuestionamientos que van más allá del folclore conspirativo. Así, no viene mal desmenuzar qué hay detrás de estas afirmaciones y por qué su sola existencia revitaliza un debate social y político con ramificaciones tan profundas.

El Age of Disclosure no es cualquier producción: más de dos horas se embarcan en revelar conexiones y testimonios anónimos provenientes de supuestas fuentes de inteligencia y defensa. Pero, ¿qué tan sólida es esta información? Pues, curiosamente, carece de documentos oficiales o evidencia física tangible, lo que inevitablemente plantea más preguntas que respuestas.

Incluye además, intervenciones de personajes públicos como el senador Marco Rubio, un añadido que podría darle peso, aunque no neutraliza del todo el escepticismo que suscita la falta de pruebas verificables. Y es que en este tipo de asuntos, la línea que separa la realidad del mito es frágil, a menudo definida por la percepción más que por la evidencia.

Entonces, ¿por qué no se ha realizado una divulgación formal hasta ahora? El documental propone dos factores clave: primero, el impacto social, teológico y cultural que un anuncio así podría desencadenar; imagina el terremoto que sacudiría creencias y estructuras sociales.

Segundo, la carrera por el liderazgo tecnológico y militar entre grandes potencias. Estados Unidos, China y Rusia, según esta versión, estarían interesados en mantener en secreto cualquier material o conocimiento derivado de esta posible tecnología alienígena para conservar su ventaja estratégica.

Esta idea, aunque parece sacada de una novela, no es nueva y encuentra eco en una dinámica geopolítica real: la espionaje y la retención de información crítica como motor de poder. Más allá del sensacionalismo, es un factor que cualquiera que haya seguido las tensiones globales entenderá claramente.

Curiosamente, aunque el documental sugiere que Trump estaría sopesando hacer un anuncio público de gran envergadura, la realidad observada en su gestión y declaraciones públicas es ambivalente.

En 2020, firmó una ley que obligaba a las agencias de seguridad estadounidenses a informar sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP), un paso que parecía abrir la puerta a la transparencia. Sin embargo, en entrevistas posteriores, mostró escepticismo y hasta cierta distancia respecto al tema extraterrestre.