España envía un buque de apoyo a la flotilla rumbo a Gaza para proteger a sus ciudadanos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que un buque partirá este jueves desde Cartagena para asistir a la flotilla que navega hacia Gaza. España se suma así a Italia en la protección de sus nacionales tras los presuntos ataques con drones y la advertencia de la ONU de abrir una investigación independiente.
España eleva su implicación en la crisis de Gaza. El presidente Pedro Sánchez confirmó desde la Misión Permanente de España ante Naciones Unidas que el Ejecutivo enviará mañana un buque de acción marítima desde Cartagena para apoyar a la flotilla internacional que se dirige hacia la Franja. El objetivo es doble: garantizar la seguridad de los ciudadanos españoles a bordo y responder a cualquier eventualidad en el Mediterráneo oriental.
“El Gobierno de España exige que se respete el derecho internacional y que nuestros ciudadanos puedan navegar con seguridad. Por eso mañana zarpará desde Cartagena un buque dotado con todos los medios necesarios para asistir a la flotilla o realizar un rescate si fuera preciso”, explicó Sánchez.
El anuncio llega después de que Italia condenara los supuestos ataques con drones contra la flotilla Global Sumud y desplegara la fragata Fasan para proteger a sus nacionales. La ONU, a través de su Oficina de Derechos Humanos, reclamó una investigación independiente sobre los hechos, que incluyeron al menos una docena de explosiones cerca de las embarcaciones según denunciaron sus organizadores.
Sánchez también calificó de “preocupantes” las acusaciones de Israel contra algunos de los participantes de la flotilla, un convoy de más de 50 embarcaciones con ciudadanos de más de 40 países. Tel Aviv ha advertido a los tripulantes que no intenten entrar en lo que describe como “zona de combate”, mientras las tensiones en torno al bloqueo de Gaza continúan intensificándose.
La decisión del Gobierno español subraya el creciente compromiso europeo en la protección de sus ciudadanos en la región y añade un nuevo capítulo a la presión internacional para garantizar la seguridad de las misiones humanitarias con destino a Gaza.