La falta de acuerdo sobre un plan de gastos temporal obliga a cientos de miles de empleados federales a permisos sin salario.

Estados Unidos entra en cierre gubernamental tras desacuerdo presupuestario

Estados Unidos entra en cierre gubernamental tras desacuerdo presupuestario EPA/MICHAEL REYNOLDS

El gobierno de Estados Unidos inició un cierre este martes después de que los legisladores no lograran aprobar una medida de financiamiento temporal antes del límite de medianoche en Washington. Se trata del primer cierre federal desde 2018 y afecta a gran parte de los servicios públicos, dejando a muchos trabajadores sin sueldo mientras continúan operaciones esenciales.

El gobierno estadounidense entró en un cierre parcial este martes tras fracasar las negociaciones en el Congreso para aprobar una medida de gasto provisional antes del vencimiento del presupuesto a medianoche. Esta situación, la primera desde 2018, deja a cientos de miles de empleados federales en permisos sin salario y detiene numerosas operaciones gubernamentales no esenciales.

A pesar del cierre, algunas operaciones críticas continúan en funcionamiento, incluyendo la actividad militar, la seguridad fronteriza y los pagos de la Seguridad Social. Sin embargo, muchos trabajadores permanecerán en sus puestos sin recibir remuneración hasta que se alcance un acuerdo de financiamiento.

El cierre se produce luego de un estancamiento presupuestario en el Senado, donde dos proyectos de ley de financiamiento fracasaron en su aprobación. A diferencia de cierres anteriores, el presidente Donald Trump advirtió que algunas posiciones podrían no ser reincorporadas, lo que abre la posibilidad de recortes permanentes en la plantilla federal.

Los analistas destacan que este cierre podría tener repercusiones significativas tanto para la economía estadounidense como para la percepción de estabilidad gubernamental. Sectores como la atención sanitaria, transporte y agencias reguladoras pueden enfrentar retrasos, afectando tanto a empleados como a ciudadanos que dependen de servicios públicos esenciales.

Los legisladores se enfrentan a la presión de encontrar un acuerdo rápido, ya que la duración del cierre impacta directamente en la confianza de los mercados y en la economía real. Durante cierres anteriores, como el de 2013 y 2018-2019, se observaron retrasos en pagos, cancelación de inspecciones y demoras en servicios federales que generan efectos colaterales en la actividad económica y la vida cotidiana de los estadounidenses.

El presidente Trump y los líderes del Congreso se encuentran bajo presión para negociar un nuevo paquete de financiamiento que evite un cierre prolongado y mitigue el impacto sobre empleados federales y programas públicos críticos. Mientras tanto, agencias federales han comenzado a implementar planes de contingencia para asegurar que los servicios esenciales sigan funcionando y minimizar las interrupciones.

Este cierre subraya las tensiones políticas persistentes en torno al presupuesto federal y los desafíos que enfrenta el gobierno estadounidense para mantener la continuidad de sus operaciones frente a disputas partidistas.