Europa acusa a Rusia de interferir en el vuelo de Von der Leyen
La Comisión Europea ha confirmado que la presidenta Ursula von der Leyen sufrió un incidente grave en pleno vuelo por interferencias en el sistema GPS de su aeronave. Bruselas apunta directamente a Rusia como posible responsable de una práctica que se ha intensificado en el este de Europa.
Europa vuelve a situar el foco en la seguridad aérea tras un incidente que ha encendido todas las alarmas en Bruselas. La Comisión Europea confirmó que el avión en el que viajaba Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, experimentó serias interferencias en su sistema de navegación GPS cuando sobrevolaba la ciudad de Plovdiv, en Bulgaria.
Según explicó Ariana Podesta, portavoz comunitaria, la señal del GPS se vio afectada hasta el punto de obligar al piloto a mantener la aeronave en el aire durante aproximadamente una hora, mientras se apoyaba en mapas analógicos para asegurar la estabilidad y la ruta. El hecho, que se produjo en una de las principales ciudades búlgaras, pone de relieve la vulnerabilidad de los sistemas de navegación europeos frente a la guerra híbrida tecnológica.
Las sospechas de Bruselas apuntan a Moscú. En los últimos días, la Unión Europea ha registrado un incremento preocupante de las interferencias de este tipo en zonas orientales del continente, una práctica que, según fuentes comunitarias, se repite casi a diario y afecta tanto al transporte aéreo como al marítimo. El objetivo, advierten, sería desestabilizar la seguridad operativa en regiones sensibles y mandar un mensaje de poder tecnológico en plena escalada de tensiones con Occidente.
Este episodio no solo representa un riesgo para la seguridad de líderes políticos y diplomáticos, sino que también tiene implicaciones directas en el tráfico aéreo comercial y en la logística internacional. La Comisión Europea estudia ya medidas para reforzar los protocolos de seguridad, mientras algunos Estados miembros reclaman una respuesta más firme y coordinada frente a estas acciones.
Con este incidente, la Unión Europea refuerza su discurso sobre la necesidad de invertir en defensa tecnológica y en sistemas autónomos de navegación que reduzcan la dependencia de señales satelitales vulnerables a sabotajes externos. El caso Von der Leyen se convierte así en un símbolo de la nueva dimensión de los conflictos: la que se libra en el aire y en el espectro digital, donde las fronteras se difuminan y la seguridad depende de la resiliencia tecnológica.