Fiebre dorada mundial: el oro rompe todos los récords y se dispara a 3.921 dólares por el caos político en EE.UU.
El oro comenzó la semana batiendo un nuevo récord histórico al alcanzar los 3.921,26 dólares por onza, en medio del temor creciente por el cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos. Los inversores buscan refugio en los metales preciosos mientras la incertidumbre política y fiscal presiona al dólar y agita los mercados globales.
El oro volvió a situarse en máximos históricos este lunes, impulsado por la crisis institucional en Washington y el aumento del apetito por activos refugio. Según datos del mercado, el metal precioso alcanzó un nuevo récord de 3.921,26 dólares por onza, antes de moderarse hasta los 3.905,18 dólares, con una subida del 0,49% a las 8:05 p.m. (hora ET).
El repunte se produce en plena inestabilidad económica y política en Estados Unidos, donde el cierre parcial del Gobierno ha generado un fuerte impacto psicológico en los mercados. La paralización de la administración federal y la falta de consenso presupuestario alimentan el temor a una ralentización económica, lo que lleva a los inversores a refugiarse en activos considerados seguros.
“Cuando el dólar se debilita y aumenta el riesgo político, el oro se convierte en el refugio natural”, explicó un analista de Bloomberg. El oro, históricamente visto como un activo anticrisis, se beneficia de la pérdida de confianza en los instrumentos financieros tradicionales, en especial en momentos de incertidumbre geopolítica y fiscal.
Otros metales preciosos también se unieron a la tendencia alcista. La plata subió un 0,36% hasta 48,16 dólares por onza, mientras que el platino avanzó un 0,66%, situándose en 1.593,45 dólares. El paladio, por su parte, aumentó un 0,41% hasta 1.238,87 dólares por onza. El conjunto de estos movimientos refuerza la percepción de que los inversores buscan diversificación ante el nerviosismo global.
La subida del oro también refleja un cambio en las expectativas de política monetaria. Con la Reserva Federal mostrando señales de moderación tras meses de ajustes, el mercado interpreta que los tipos de interés podrían estabilizarse, reduciendo el coste de oportunidad de mantener posiciones en oro. Además, la persistente inflación en Estados Unidos y Europa mantiene el atractivo del metal como protección contra la pérdida de poder adquisitivo.
Analistas señalan que, si la situación en Washington se prolonga, el oro podría consolidarse por encima de los 3.900 dólares y dirigirse hacia nuevos máximos técnicos en las próximas semanas. Sin embargo, advierten que la volatilidad seguirá siendo elevada mientras no haya claridad política ni señales sólidas de recuperación económica.
A nivel global, el auge del oro tiene implicaciones más amplias. Bancos centrales de varios países, incluido China, han aumentado sus reservas de metal dorado en los últimos meses como estrategia de desdolarización parcial y cobertura ante posibles sanciones o fluctuaciones del sistema financiero internacional.
Con este nuevo hito, el oro consolida su posición como activo estrella de 2025, superando rendimientos de renta variable y bonos, y recordando al mundo que, incluso en la era digital y de las criptomonedas, el brillo del metal sigue siendo sinónimo de estabilidad y confianza.