Crecen las tensiones en la UE por la cita Trump-Putin

Hungría acusa a políticos de la UE de bloquear la reunión entre Trump y Putin sobre Ucrania

El ministro de Asuntos Exteriores húngaro ha acusado a políticos anónimos de la Unión Europea de intentar obstaculizar la cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin, prevista para abordar el conflicto en Ucrania. Hungría, que defiende un alto el fuego y el diálogo, asegura que hará todo lo posible para que el encuentro se celebre.

Hungría vuelve a situarse en el centro del debate europeo. El ministro de Asuntos Exteriores del país ha acusado públicamente a ciertos políticos de la Unión Europea —sin dar nombres— de mantener una postura “pro-guerra” y de intentar impedir la reunión programada entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, cuyo objetivo es discutir posibles vías para poner fin al conflicto en Ucrania.

A través de una publicación en Facebook, el jefe de la diplomacia húngara reafirmó que su gobierno siempre ha defendido un alto el fuego inmediato, la apertura de canales diplomáticos y negociaciones de paz. Según sus palabras, esta posición ha convertido a Hungría en blanco de “ataques mediocres” por parte de dirigentes europeos y de algunos antiguos líderes estadounidenses.

Budapest ha expresado su interés en que la cumbre tenga éxito y ha prometido ofrecer todo el apoyo logístico y político necesario para que se lleve a cabo. El ministro subrayó que el Ejecutivo de Viktor Orbán “hará todo lo posible para evitar que Bruselas impida o complique” el encuentro, que considera una oportunidad única para rebajar la tensión bélica.

Estas declaraciones llegan después de una conversación telefónica entre el ministro húngaro y el viceprimer ministro ruso, Denis Manturov. Desde que se anunció la reunión, Hungría ha defendido que este es “el único camino hacia la paz”. Sin embargo, su postura choca frontalmente con la mayoría de los socios europeos, que mantienen un firme respaldo a Kiev y a la defensa de su soberanía.

La distancia entre Budapest y el resto de la UE quedó patente hace apenas unas semanas, cuando Hungría fue el único país que no firmó la declaración conjunta de 26 jefes de Estado europeos. El documento reafirmaba el derecho de Ucrania a decidir su futuro y establecía que cualquier negociación con Moscú debía partir de un alto el fuego acordado por las partes. El primer ministro Orbán justificó su negativa asegurando que la Unión Europea “no debería dar instrucciones desde el banquillo” para una reunión en la que no participa.

La posición húngara vuelve a evidenciar las fracturas internas en la política exterior comunitaria y añade presión a un escenario internacional ya marcado por la expectativa de la reunión Trump-Putin. En juego no solo está el rumbo de la guerra en Ucrania, sino también la cohesión diplomática dentro de la UE.