El mayor incendio en la historia de Extremadura

El incendio de Jarilla arrasa más de 16.000 hectáreas y pone en jaque a toda Extremadura

El consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de Extremadura, Paco Ramírez, ha confirmado en Negocios Televisión que el incendio de Jarilla, en Cáceres, se ha convertido en el mayor registrado en la comunidad autónoma. Con un perímetro de 150 kilómetros y un viento cambiante que dificulta las labores de extinción, el dispositivo trabaja contra reloj para proteger a la población y controlar el avance de las llamas.

Extremadura vive estos días una de sus peores crisis medioambientales. El incendio declarado en Jarilla, en la provincia de Cáceres, ha arrasado ya más de 16.000 hectáreas y se ha convertido en el mayor incendio forestal en la historia de la región. Paco Ramírez, consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de Extremadura, ha reconocido en Negocios Televisión la enorme preocupación que comparten tanto el Gobierno autonómico como la ciudadanía ante la magnitud del fuego.

El incendio presenta un perímetro de 150 kilómetros y concentra su mayor peligrosidad en el flanco norte, dividido en dos valles —el Ambroz y el Jerte— donde las condiciones meteorológicas, con fuerte viento y baja humedad, han complicado la intervención. El balance provisional de la campaña de verano refleja que, de las 35.000 a 36.000 hectáreas quemadas en Extremadura en esta temporada de alto riesgo, más de la mitad corresponden únicamente al fuego de Jarilla.

Ramírez subraya que, aunque muchos incendios en la región tienen un origen intencionado, el de Jarilla se inició tras la caída de un rayo durante una tormenta eléctrica. La combinación de una masa forestal muy densa, la orografía montañosa y las altas temperaturas de la pasada ola de calor explican por qué el incendio ha adquirido una magnitud tan devastadora.

El consejero insiste en que atribuir de manera generalizada la situación al cambio climático o a debates políticos en torno a la Agenda 2030 es precipitado. En su opinión, es necesario abrir un debate sosegado sobre la gestión forestal y las dificultades que afronta el mundo rural, marcado por la despoblación y por trabas administrativas que limitan la actividad en el campo.

Respecto a los medios desplegados, Extremadura cuenta con el Plan Infoex, con personal cualificado y rotaciones previstas, pero la magnitud de este incendio ha hecho necesario recurrir a la ayuda del Gobierno central y de comunidades autónomas vecinas. Ramírez ha reconocido que el apoyo estatal llegó tarde, aunque finalmente se ha reforzado con la incorporación de la UME, maquinaria pesada y medios aéreos. La cooperación interautonómica, asegura, ha sido ejemplar.

El consejero también respondió a las críticas de la directora de Protección Civil, que acusó a varias comunidades de pedir “imposibles” al Ejecutivo central. Ramírez defendió que lo que Extremadura ha solicitado siempre ha sido realista: más medios para evitar que la catástrofe se extendiera. “Si no hubiera recursos, no habrían llegado más unidades cuando los pedimos”, afirmó.

Con previsión de lluvias para finales de agosto, el dispositivo se prepara para mantener la vigilancia y evitar reactivaciones, ya que un incendio no se da por extinguido hasta que todos los puntos calientes quedan asegurados. El consejero lanzó un mensaje de esperanza a la población: confía en que, con el trabajo incansable de los técnicos y brigadistas, se logre pronto estabilizar el incendio y garantizar la seguridad de las poblaciones afectadas.