Nueva advertencia diplomática desde Teherán

Crisis nuclear: Irán acusa a Europa de seguir “políticas fallidas” bajo presión de EE. UU.

Iran urges Europe to revise 'failed' policies - EPA/FAZRY ISMAIL

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baghaei, instó este lunes a Francia, Alemania y Reino Unido a reconsiderar sus políticas hacia el acuerdo nuclear de 2015, acusándolos de actuar bajo presión externa y de erosionar su credibilidad internacional. Teherán sostiene que las sanciones reimpuestas carecen de “justificación legal y moral” y reitera que no busca desarrollar armas nucleares.

Las tensiones entre Irán y las potencias europeas vuelven a intensificarse. Durante su comparecencia semanal ante los medios, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmail Baghaei, lanzó un mensaje directo a París, Berlín y Londres, los tres firmantes europeos del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). El diplomático calificó su enfoque como “políticas fallidas y poco constructivas”, exhortándolos a “actuar con independencia y buena fe” si desean mantener su condición de interlocutores creíbles.

Baghaei criticó abiertamente la decisión europea de reactivar el mecanismo de resolución de disputas del acuerdo nuclear, una medida que podría derivar en la reimposición formal de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Según el portavoz, esta iniciativa “carece de justificación legal y moral” y demuestra que los gobiernos europeos “siguen actuando bajo presión de actores externos”, en clara referencia a Estados Unidos.

“El futuro del diálogo nuclear depende de que Europa demuestre que puede tomar decisiones soberanas, sin interferencias ni condicionamientos”, señaló Baghaei, quien insistió en que Irán no busca desarrollar ni poseer armas nucleares. En su opinión, los países europeos están sacrificando su credibilidad internacional al mantener una postura ambigua: “No se puede hablar de diplomacia mientras se aplican sanciones económicas que dañan a toda una nación”.

Las declaraciones se producen en un momento de fuerte desgaste del marco del PAIC, firmado originalmente en 2015 entre Irán y el grupo P5+1 (EE. UU., Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania). El acuerdo limitaba el enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de sanciones internacionales, pero la retirada de Estados Unidos en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump y la falta de compensaciones efectivas por parte de Europa hundieron su aplicación práctica.

Desde entonces, las potencias europeas han tratado de mantener el acuerdo con vida, pero sin resultados tangibles. Las sanciones reimpuestas han frenado cualquier intento de renegociación, generando frustración en Teherán. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, reiteró recientemente que las medidas occidentales “solo han logrado estancar las conversaciones y aumentar la desconfianza”.

El discurso iraní también busca posicionarse ante una nueva coyuntura regional. Tras los recientes movimientos diplomáticos de Washington en Oriente Medio —incluyendo el plan de reconstrucción de Gaza y la reconfiguración de alianzas energéticas—, Teherán percibe que Europa mantiene una política subordinada a los intereses estadounidenses. Baghaei insistió en que “los países europeos deben decidir si quieren ser parte de la solución o seguir siendo instrumentos de presión”.

Los analistas señalan que estas declaraciones reflejan un intento de Irán por reactivar el diálogo internacional desde una posición de firmeza, tratando de recuperar margen de maniobra en un contexto marcado por sanciones, protestas internas y aislamiento financiero. Aunque Teherán sigue afirmando que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles, las potencias occidentales mantienen la sospecha de que podría servir de base para el desarrollo de armas.

Pese al tono desafiante, fuentes diplomáticas europeas citadas por la agencia Reuters aseguran que todavía existe margen para la negociación, siempre que Irán acepte volver a cumplir plenamente los compromisos técnicos del PAIC. Sin embargo, la desconfianza es mutua y las posiciones parecen más distantes que nunca.

Para Irán, el mensaje es claro: mientras Europa no recupere independencia estratégica y voluntad política, el diálogo seguirá bloqueado. El tiempo dirá si los europeos están dispuestos a revisar su enfoque o si el acuerdo nuclear de 2015 terminará siendo un recuerdo más en el largo historial de desencuentros entre Teherán y Occidente.