Tragedia en Tai Po: el peor incendio residencial en años sacude Hong Kong

Al menos 44 muertos y casi 300 desaparecidos en un incendio masivo en varios rascacielos de Hong Kong

EPA/LEUNG MAN HEI

Hong Kong vive una de sus peores tragedias urbanas recientes después de que un incendio masivo arrasara el miércoles varios bloques de viviendas en el distrito de Tai Po, dejando al menos 44 fallecidos, 45 personas en estado crítico y 279 desaparecidos. La policía ha detenido a tres responsables de una constructora por presunto homicidio imprudente, mientras las primeras pesquisas señalan el uso de materiales inflamables y de mala calidad como un factor clave en la rápida propagación del fuego.

El distrito de Tai Po, en Hong Kong, se ha convertido en escenario de una tragedia que ha conmocionado a toda la ciudad. Un incendio de grandes dimensiones arrasó el miércoles varios bloques de apartamentos de gran altura, dejando al menos 44 personas fallecidas y 45 en estado crítico. Según la última actualización ofrecida en la madrugada del jueves, 40 víctimas murieron en el lugar del siniestro y otras 4 fallecieron ya en el hospital, mientras las autoridades siguen buscando a 279 personas desaparecidas entre los escombros y las plantas aún humeantes.

Un incendio fuera de control en varios rascacielos

El fuego se declaró en un complejo residencial de gran densidad, formado por varios edificios de gran altura, y se propagó con enorme rapidez a través de las fachadas y zonas comunes. Testigos describen escenas de caos y desesperación, con residentes atrapados en los pisos superiores intentando escapar del humo y las llamas, mientras el fuego avanzaba por los andamios y las estructuras exteriores.

Los servicios de emergencia acudieron de inmediato, pero la magnitud del incendio, la altura de los edificios y la configuración del complejo complicaron las tareas de rescate. Según las autoridades, el incendio aún no estaba completamente controlado en el momento de la última comunicación oficial, lo que refleja la gravedad del suceso y la dificultad de las labores de extinción.

Balance devastador: muertos, heridos críticos y cientos de desaparecidos

El balance humano es, por ahora, estremecedor: al menos 44 personas fallecidas, con 45 heridos en estado crítico que están siendo atendidos en distintos hospitales de la ciudad. A ello se suma la preocupación por las 279 personas todavía desaparecidas, cuyos familiares esperan noticias en centros habilitados por las autoridades.

Los hospitales de Hong Kong han activado protocolos de emergencia masiva, reforzando las unidades de quemados y cuidados intensivos. Personal médico y de enfermería trabaja a contrarreloj para estabilizar a los heridos más graves, muchos de ellos con quemaduras severas e intoxicación por humo.

Detenidos tres responsables de la empresa constructora

En paralelo a las tareas de rescate, la policía ha abierto una investigación penal. Tres hombres vinculados a una empresa constructora —dos directores y un consultor de ingeniería— han sido detenidos bajo sospecha de homicidio imprudente, según confirmaron fuentes oficiales.

Las primeras pesquisas apuntan a una posible “negligencia grave” en el diseño y las condiciones del complejo. Los investigadores señalan que, de confirmarse esas irregularidades, la responsabilidad podría ir más allá de un simple accidente fortuito y convertir el caso en un escándalo de seguridad y regulación urbanística de gran alcance.

Poliestireno inflamable y materiales de baja calidad en el punto de mira

Uno de los elementos más preocupantes que han salido a la luz es el hallazgo de paneles de poliestireno inflamable bloqueando varias ventanas del complejo. La policía sostiene que estas planchas, usadas como parte de la obra o como aislamiento provisional, podrían haber actuado como un “combustible adicional”, ayudando a que el fuego se propagara con más rapidez y dificultando al mismo tiempo las vías de escape.

Además, los investigadores habrían identificado el uso de materiales de construcción por debajo de los estándares exigidos, lo que podría haber comprometido la resistencia al fuego de ciertas estructuras. La combinación de materiales inflamables, salidas obstaculizadas y posibles defectos estructurales se perfila como un factor clave para explicar la violencia del incendio y el elevado número de víctimas.

Un debate renovado sobre la seguridad en la vivienda

La tragedia ha reabierto de inmediato el debate sobre la seguridad en los edificios residenciales de Hong Kong, una ciudad marcada por la alta densidad y la proliferación de grandes complejos inmobiliarios. Colectivos vecinales y expertos en urbanismo llevan años alertando sobre los riesgos de la sobreconstrucción, las reformas apresuradas y el uso de materiales baratos en proyectos que albergan a miles de personas.

El caso de Tai Po podría convertirse en un punto de inflexión para revisar normativas, sistemas de inspección y responsabilidades de promotores y contratistas. La presión social para exigir mayor transparencia y controles estrictos sobre los proyectos residenciales no ha dejado de crecer tras conocerse las primeras conclusiones de la investigación.

Duelo, rabia y exigencia de justicia

En las horas posteriores al incendio, familiares de las víctimas y residentes del distrito se han congregado en las inmediaciones del complejo y en centros habilitados por las autoridades, entre el duelo y la indignación. Muchos exigen explicaciones claras sobre cómo pudo permitirse la presencia de materiales inflamables bloqueando ventanas y posibles rutas de escape en un conjunto residencial.

Mientras Hong Kong intenta asimilar la magnitud de la tragedia, la prioridad sigue siendo localizar a los desaparecidos y garantizar apoyo a los supervivientes. Pero, en paralelo, crece la sensación de que este incendio no es solo una catástrofe, sino también el síntoma de fallos sistémicos que la ciudad ya no puede permitirse ignorar.