Un expreso alcanza a un tren de cercanías en plena hora punta

Al menos 57 heridos en el choque de dos trenes en República Checa

Fire Rescue Service of the Czech Republic via X

Al menos 57 personas resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad, tras la colisión entre un tren expreso y un convoy de pasajeros en las inmediaciones de České Budějovice, en el sur de la República Checa, en la mañana de este jueves. El siniestro, registrado en torno a las 6:20 horas entre las estaciones de Zliv y Dívčice, obligó a interrumpir completamente el tráfico ferroviario en la línea y a desplegar un amplio operativo de emergencia, con siete equipos de rescate y un helicóptero medicalizado. Las autoridades han abierto una investigación para determinar si el choque se debió a un error humano, un fallo técnico o deficiencias en el sistema de seguridad ferroviaria.

El tren expreso R 658, que cubre la ruta České Budějovice–Plzeň, impactó por alcance contra el tren de pasajeros Os 8053, que circulaba entre Dívčice y České Budějovice. El operador Ferrocarriles Checos (České dráhy) confirmó que ambos convoyes eran de su propiedad y que el accidente se produjo en plena hora punta matinal, cuando los trenes transportan principalmente a trabajadores y estudiantes. La circulación ferroviaria permanece suspendida en el tramo afectado y los viajeros están siendo trasladados mediante autobuses de sustitución mientras se desarrollan las tareas de evacuación, peritaje y retirada de los trenes siniestrados.

Choque en hora punta

Según la información recopilada por las autoridades checas, el accidente tuvo lugar en una sección de vía muy utilizada por el tráfico regional, poco antes del amanecer, en condiciones de circulación habituales para un día laborable. El expreso R 658 habría alcanzado al tren regional Os 8053 en un tramo comprendido entre Zliv y Dívčice, dentro del corredor ferroviario que conecta České Budějovice con Plzeň, uno de los ejes ferroviarios clave del sur del país.

La franja horaria del siniestro coincide con el pico de desplazamientos de los viajeros que se dirigen a sus centros de trabajo o estudio. Fuentes de České dráhy subrayan que, en ese momento, los trenes suelen circular con una ocupación elevada, lo que explicaría el elevado número de lesionados pese a que no se han registrado víctimas mortales. La interrupción de la línea ha obligado a reorganizar de forma urgente el servicio en toda la zona y a reforzar las conexiones por carretera para mitigar el impacto sobre los usuarios.

 

Operativo de rescate

Al lugar del accidente se desplazaron siete equipos de rescate y un helicóptero sanitario, que comenzaron de inmediato las labores de evacuación y clasificación de los heridos. El hospital de České Budějovice recibió a cinco pasajeros en estado grave, mientras que decenas de afectados con lesiones leves o moderadas fueron atendidos en el lugar o derivados a otros centros médicos de la región.

Los servicios de emergencia informaron en un primer momento de dos heridos graves y 42 leves, cifras que fueron actualizadas a medida que avanzaba la evaluación clínica de los pasajeros. Las últimas estimaciones oficiales hablan de alrededor de 57 heridos en total, con un grupo de pacientes que presenta lesiones de moderada consideración pero sin riesgo vital, según las autoridades sanitarias. La rápida respuesta de los equipos de rescate permitió estabilizar la situación y evitar un balance más grave, en un escenario marcado por vagones dañados y estructuras deformadas.

Investigación abierta

La Inspección Ferroviaria checa desplazó a varios especialistas para reconstruir la secuencia del sinfín de acontecimientos que desembocó en la colisión. Su máximo responsable, Jan Kučera, explicó que al menos cuatro inspectores trabajan sobre el terreno para determinar si el accidente se originó por error humano, por un fallo técnico en el material rodante o en la señalización, o por posibles deficiencias sistémicas en la explotación de la línea.

Kučera subrayó que el objetivo es «averiguar qué causó este suceso extraordinario» y confirmó que un inspector de ferrocarriles viajaba de manera casual en uno de los trenes siniestrados mientras se desplazaba desde České Budějovice a Plzeň, lo que le permitió colaborar desde el primer momento en la asistencia a los pasajeros. La zona permanece acordonada y bajo control policial, con acceso restringido mientras se recogen datos, se realizan mediciones y se analizan los sistemas de señalización y comunicaciones.

Foco en el factor humano

Medios checos señalan que una de las líneas de investigación se centra en la posibilidad de que uno de los maquinistas se hubiera saltado una señal de parada, lo que habría permitido que ambos trenes se aproximaran peligrosamente en el mismo tramo de vía. Según estas informaciones, los conductores habrían avistado los trenes a varios cientos de metros de distancia, pero el margen de frenado habría sido insuficiente para evitar el impacto. Esta hipótesis deberá ser confirmada o descartada por la Inspección Ferroviaria tras el análisis de los datos de las cajas registradoras y del sistema de señalización.

La línea afectada continuará cerrada mientras se desarrollan las operaciones de retirada del material siniestrado y se verifican las condiciones de seguridad para la reapertura. El episodio se produce en un país que ha sufrido otros accidentes ferroviarios de relevancia en los últimos años, lo que mantiene en el centro del debate la necesidad de reforzar los sistemas de control y las inversiones en modernización de la red.

Cadena de incidentes en Europa Central

El choque en Chequia se suma a una serie de incidentes ferroviarios recientes en Europa Central. El pasado 9 de noviembre, dos trenes colisionaron cerca de Pezinok, a unos 20 kilómetros de Bratislava, en Eslovaquia, provocando 79 heridos y obligando a hospitalizar a 13 pasajeros, en el segundo accidente ferroviario grave en el país en apenas un mes. Días antes, el 13 de octubre, dos trenes rápidos chocaron en el este de Eslovaquia, dejando decenas de heridos, entre ellos al menos dos en estado crítico.

En paralelo, Polonia investiga un presunto acto de sabotaje contra una línea ferroviaria clave utilizada para el envío de ayuda y material militar a Ucrania. Una explosión registrada el fin de semana del 16 de noviembre dañó una sección de la vía entre Varsovia y Lublin, sin causar víctimas, pero obligando a cortar el tráfico y a desplegar tropas para proteger la infraestructura. El Gobierno polaco ha señalado a los servicios de inteligencia rusos como principales sospechosos y ha anunciado el cierre del último consulado ruso en su territorio, dentro de un contexto de creciente preocupación por la seguridad de las redes ferroviarias europeas.