El objeto interestelar 3I/ATLAS sorprende al emitir metales nunca vistos en un cometa
Astrónomos detectan un cuerpo interestelar que viaja a gran velocidad por nuestro Sistema Solar liberando grandes cantidades de níquel y trazas de hierro en proporciones inéditas. El hallazgo, realizado con el Very Large Telescope en Chile, abre nuevas incógnitas sobre la naturaleza de estos visitantes cósmicos.
En un descubrimiento que podría cambiar la forma en la que entendemos los objetos que llegan desde más allá de nuestro Sistema Solar, un equipo internacional de astrónomos ha detectado que el objeto interestelar 3I/ATLAS está emitiendo metales de manera insólita.
Según las observaciones realizadas con el Very Large Telescope (VLT) en Chile, el cometa presenta altas cantidades de níquel en su coma gaseosa, acompañadas de trazas más pequeñas de hierro. Lo sorprendente es la proporción entre ambos metales: mucho más extrema que en cualquier cometa observado hasta ahora, incluso más que en el caso de 2I/Borisov, el único otro cometa interestelar estudiado en detalle.
El equipo de investigación explicó que el níquel se mantuvo presente de forma constante durante toda la actividad de ATLAS, mientras que el hierro solo apareció en momentos cercanos a su aproximación al Sol. Este comportamiento no tiene precedentes en los cometas de nuestro propio Sistema Solar.
Entre las posibles explicaciones, los científicos apuntan a la presencia de compuestos metálicos raros, zonas específicas en la superficie del cometa con un comportamiento distinto, una composición química original diferente a la conocida o incluso niveles anómalos de óxidos de carbono. Sin embargo, recalcan que la causa exacta sigue siendo un misterio.
Este hallazgo pone de relieve que los cometas interestelares pueden ser muy distintos a los que se forman en nuestro entorno, lo que abre un campo de investigación completamente nuevo. Cada visitante interestelar aporta pistas sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios más allá del nuestro, y en el caso de 3I/ATLAS, el desafío científico es mayor que nunca.
“Estamos ante un fenómeno que no encaja en las reglas conocidas de los cometas”, señalan los investigadores, quienes destacan la importancia de continuar con el monitoreo y análisis de estos cuerpos para comprender qué secretos esconden sobre la formación de mundos en otras partes de la galaxia.