El oro se dispara: supera los 4.250 dólares impulsado por las esperanzas de un recorte de tipos
El precio del oro volvió a dispararse este jueves y alcanzó un nuevo máximo histórico de 4.258 dólares por onza, impulsado por las crecientes expectativas de un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Las declaraciones del gobernador Stephen Miran, que pidió una bajada de 50 puntos básicos, desataron el optimismo de los inversores, mientras el presidente Jerome Powell confirmó que el panorama económico “no ha cambiado sustancialmente” desde septiembre.
El metal dorado reafirma su papel como refugio estrella en tiempos de incertidumbre. El oro avanzó un 1,19 % en la sesión del jueves y alcanzó los 4.258,09 dólares por onza, impulsado por las crecientes expectativas de que la Reserva Federal (Fed) suavice su política monetaria en su próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), prevista para el 29 de octubre.
El detonante fue la intervención del gobernador Stephen Miran, quien aseguró que la Fed debería recortar los tipos de interés en 50 puntos básicos, aunque anticipó que el ajuste real será de 25 puntos básicos. El funcionario justificó su postura en la debilidad del comercio global y en la incertidumbre provocada por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, que ha afectado a la inversión privada y al crecimiento manufacturero.
Las palabras de Miran contrastan con el tono más prudente de Jerome Powell, presidente de la Fed, quien afirmó que la perspectiva económica del país “permanece similar a la de septiembre”, lo que los analistas interpretan como una puerta abierta a un recorte moderado. Aun así, los mercados no tardaron en reaccionar: los futuros del oro se dispararon, los rendimientos del bono del Tesoro a 10 años cayeron al 4,18 % y el dólar retrocedió levemente frente al euro y el yen.
El rally de los metales preciosos se extendió también a la plata, que subió un 0,36 % hasta los 53,26 dólares por onza, mientras el platino y el paladio ganaron 1,47 % y 2,18 %, respectivamente. En conjunto, el mercado de commodities refleja una fuga hacia los activos refugio, impulsada por la tensión geopolítica y la pérdida de confianza en la política fiscal estadounidense tras el reciente shutdown gubernamental.
“El oro está actuando como el barómetro del miedo global”, explicó Bart Melek, estratega jefe de materias primas de TD Securities, en declaraciones a Bloomberg. “Los inversores están anticipando un escenario en el que la Fed se vea obligada a actuar con más fuerza para evitar una desaceleración prolongada”.
Según Goldman Sachs, si la Fed finalmente recorta los tipos medio punto, el oro podría superar los 4.400 dólares antes de fin de año, mientras la inflación se estabiliza y la rentabilidad de los bonos pierde atractivo. “El patrón es claro: cuando los tipos bajan, el oro brilla”, apuntó el informe del banco.
La subida también refleja un ajuste estructural del mercado energético y financiero global. Con el petróleo ruso reconfigurando las rutas de suministro y la OPEP manteniendo su previsión de demanda firme para 2025, los inversores están buscando alternativas estables ante la creciente fragmentación económica.
En Wall Street, el Dow Jones Industrial Average avanzó un 0,28 % (129 puntos) tras las declaraciones de Miran, mientras el Nasdaq y el S&P 500 consolidaron ganancias de más del 1 %, impulsados por el repunte de valores tecnológicos y mineros.
“El oro ya no es solo un refugio: se ha convertido en una estrategia de cobertura contra el error político”, concluye Melek. Con el nerviosismo geopolítico, las tensiones con China y las dudas sobre el gasto fiscal de Washington, los inversores parecen haber decidido una cosa: la próxima gran apuesta está pintada de dorado.