La incertidumbre global dispara el atractivo de los activos refugio

El oro rompe récords y vuela por encima de los 3.700 dólares la onza

El oro rompe récords y vuela por encima de los 3.700 dólares la onza

El precio del oro alcanzó este lunes un nuevo récord histórico al cotizarse en 3.708 dólares por onza, impulsado por el aumento de las tensiones geopolíticas y el temor a los efectos económicos de los aranceles de Donald Trump. La expectativa de más recortes de tipos por parte de la Reserva Federal refuerza la demanda del metal como refugio.

El oro volvió a brillar en los mercados internacionales. La cotización del metal precioso escaló hasta un nuevo máximo histórico, superando los 3.700 dólares por onza, en un contexto en el que la búsqueda de seguridad domina las decisiones de los inversores.

Las crecientes tensiones geopolíticas, junto con la incertidumbre sobre las consecuencias de los aranceles impuestos por Estados Unidos, han reactivado el apetito por el oro como activo refugio. Los analistas señalan que el incremento refleja tanto el nerviosismo político como el temor a una ralentización de la economía mundial.

El mercado también está pendiente de las próximas señales de la Reserva Federal. Tras aplicar la semana pasada su primer recorte de tipos en 2025 y dejar la puerta abierta a más ajustes, los inversores esperan esta semana una batería de discursos de sus responsables y nuevos datos de inflación. En este marco, la posibilidad de un ciclo de política monetaria más flexible contribuye a sostener la demanda de oro.

La escalada no se limitó al oro. La plata subió un 1,41% hasta los 43,66 dólares, el platino avanzó un 1,14% hasta los 1.430 dólares y el paladio ganó un 1,20% hasta los 1.151 dólares por onza. El movimiento conjunto refuerza la percepción de que los metales preciosos se han convertido en una de las principales coberturas frente a la volatilidad de los mercados financieros.

Para los inversores, el hito alcanzado por el oro confirma una tendencia alcista sostenida en medio de un escenario global marcado por conflictos, presiones inflacionarias y la incertidumbre sobre la dirección económica de Estados Unidos. Todo apunta a que, mientras persistan los riesgos, el oro seguirá consolidando su posición como el activo refugio por excelencia.