Imágenes impactantes sobre el cielo de Pekín

Un pasajero graba una tormenta eléctrica silenciosa desde un avión en China

 Un pasajero captó desde un avión un inusual fenómeno meteorológico sobre Pekín: relámpagos silenciosos iluminando el cielo nocturno. El espectáculo, tan impresionante como inquietante, se produjo la pasada madrugada y ha generado sorpresa en redes sociales.

La pasada noche, el cielo nocturno de Pekín fue escenario de un fenómeno tan espectacular como inusual. Un pasajero, a bordo de un vuelo que sobrevolaba la capital china, grabó una serie de relámpagos silenciosos que iluminaban de forma rítmica una gran masa de nubes. Las imágenes, recibidas en Negocios Televisión, muestran la magnitud y belleza de la tormenta, que rápidamente se viralizó en redes sociales.

El fenómeno, conocido científicamente como relámpagos de nubes, ocurre dentro de una celda de tormenta y, a diferencia de los rayos tradicionales, no va acompañado de un trueno perceptible para el observador. En este caso, la actividad eléctrica era tan intensa y constante que transformó la nube en un espectáculo luminoso, proyectando destellos blancos y azulados sobre la oscuridad de la noche.

Los pasajeros que presenciaron el momento describieron una mezcla de asombro y tensión. Aunque el avión no se vio comprometido por la tormenta, la cercanía visual de los relámpagos generó inquietud entre quienes observaban el cielo iluminado a pocos kilómetros de distancia.

En meteorología, este tipo de relámpagos son indicativos de fuerte actividad eléctrica dentro de la nube, pero no implican necesariamente un riesgo directo para aeronaves que mantienen la distancia y la altitud adecuadas. Sin embargo, la escena sobre Pekín dejó claro que la naturaleza sigue teniendo la capacidad de sorprender —y sobrecoger— incluso en pleno siglo XXI, cuando estamos acostumbrados a ver casi todo a través de una pantalla.

Las imágenes han despertado la curiosidad de expertos y aficionados, que destacan la rareza del fenómeno en entornos urbanos y la dificultad de captarlo en condiciones tan nítidas desde un avión. Sin duda, un instante único que combina ciencia, belleza y el recordatorio de la fuerza imparable de la naturaleza.