Rusia lanza 121 drones contra Ucrania en un ataque nocturno y Kiev asegura haber derribado 90
Las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron este miércoles que el ejército ruso lanzó durante la noche un total de 121 drones en una ofensiva aérea masiva que afectó diferentes regiones del país. Según el comunicado oficial, se utilizaron vehículos aéreos no tripulados de los modelos Shahed y Geran, lanzados desde varias direcciones como Orel, Millerovo y la península de Crimea, en lo que se describe como uno de los ataques más amplios de las últimas semanas.
El Estado Mayor General ucraniano aseguró en un mensaje en Telegram que las defensas antiaéreas lograron interceptar o neutralizar 90 de esos drones en las regiones norte, sur y centro del país. Aun así, 31 aparatos lograron alcanzar sus objetivos en 19 ubicaciones distintas, lo que provocó incendios y daños materiales, aunque de momento no se han reportado víctimas mortales. Equipos de emergencia trabajan en la evaluación de los daños y la recogida de restos de drones derribados.
Según el portavoz del Comando Aéreo Sur, Yuri Ignat, Rusia está recurriendo cada vez más a la táctica de lanzar oleadas masivas de drones Shahed para saturar los sistemas de defensa ucranianos. “El enemigo busca agotar nuestros recursos y reducir la eficacia de nuestras defensas antes del invierno”, explicó Ignat. También señaló que estos aparatos son relativamente económicos y pueden producirse en grandes cantidades, lo que permite mantener la presión constante sobre las principales ciudades ucranianas.
Fuentes militares indicaron que los ataques se dirigieron principalmente contra instalaciones energéticas, depósitos de combustible y zonas industriales en las regiones de Dnipró, Odesa, Járkov y Poltava. En varias de esas áreas se registraron cortes de energía temporales, y en Odesa los equipos de bomberos tuvieron que sofocar incendios en almacenes industriales tras los impactos. Las autoridades locales pidieron a la población que permanezca en alerta y siga las indicaciones de seguridad ante el riesgo de nuevos ataques.
El presidente Volodímir Zelenski condenó el ataque y reiteró su petición a los países aliados para acelerar el suministro de sistemas de defensa aérea modernos. “Cada dron derribado significa vidas salvadas, pero necesitamos más apoyo para proteger nuestras ciudades y a nuestra población civil”, declaró el mandatario en su mensaje diario. Añadió que Ucrania está reforzando sus redes eléctricas y de distribución para evitar que se repitan los apagones masivos del invierno pasado.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso no ha hecho comentarios oficiales sobre la operación. Sin embargo, medios estatales en Moscú la describen como una “respuesta táctica” a los recientes ataques ucranianos contra infraestructuras energéticas rusas, incluyendo refinerías y depósitos de combustible en las regiones de Kursk y Saratov. Analistas occidentales interpretan estos intercambios como una escalada gradual en la guerra de drones entre ambos países, donde cada bando busca minar la capacidad industrial y logística del otro.
El analista militar Oleksandr Kovalenko aseguró que el uso masivo de drones marca una nueva fase del conflicto. “Estamos presenciando una guerra tecnológica sin precedentes en Europa. Los drones se han convertido en armas de desgaste económico y psicológico, capaces de causar daños significativos sin requerir misiles costosos”, explicó. Kovalenko también advirtió que, con la llegada del invierno, Rusia podría intensificar los ataques contra infraestructuras críticas para debilitar el suministro energético y presionar a la población civil.
El gobierno ucraniano, por su parte, ha reforzado la cooperación con aliados europeos y con la OTAN para mejorar sus capacidades de detección y defensa aérea. Se espera que en las próximas semanas lleguen nuevas baterías antiaéreas y radares de corto alcance donados por Alemania y Estados Unidos, junto con equipamiento de guerra electrónica diseñado para interferir las señales de los drones enemigos.
Los expertos coinciden en que este tipo de ataques seguirán siendo frecuentes durante los próximos meses, mientras ambos países buscan ventajas tácticas en un conflicto que no muestra signos de disminuir.