El conflicto escala en el este de Europa

Rusia lanza el mayor ataque aéreo en semanas contra Ucrania con más de 600 incursiones

Las Fuerzas Armadas ucranianas denuncian que en una sola noche se lanzaron 40 misiles y 574 drones, de los cuales su defensa aérea logró interceptar la mayoría. Kiev alerta de que una instalación civil de origen estadounidense fue alcanzada.

Rusia ha ejecutado en las últimas horas el mayor ataque aéreo registrado en semanas contra territorio ucraniano. Según informó este jueves la Fuerza Aérea de Ucrania, Moscú lanzó un total de 614 incursiones durante la noche, en una ofensiva que incluyó 40 misiles de distinto tipo y 574 drones.

El informe militar detalla que entre los proyectiles empleados se encontraban cuatro misiles aerobalísticos Dagger, dos misiles balísticos MKN23, 19 misiles de crucero KH-101 y 14 misiles de crucero Kalibr, además de un misil no identificado aún por las autoridades. El ejército ucraniano añadió que sus sistemas de defensa aérea lograron interceptar o neutralizar 546 drones y 31 misiles, aunque 11 puntos del país fueron finalmente alcanzados.

Entre los lugares afectados, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania señaló que una fábrica de productos electrónicos de origen estadounidense resultó dañada. Kiev subraya que se trataba de una instalación civil, lo que incrementa las tensiones diplomáticas en un momento en que la comunidad internacional sigue buscando vías de mediación.

De hecho, se baraja un posible encuentro entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, con la mediación del expresidente estadounidense Donald Trump, en un intento por desbloquear las negociaciones de paz antes de agosto. Sin embargo, la magnitud y virulencia de los últimos ataques ponen de relieve la complejidad del escenario actual y la falta de señales de desescalada.

En las últimas semanas, el conflicto ha mostrado un patrón de intensificación progresiva, con ataques aéreos más potentes y continuados sobre Ucrania. Este nuevo episodio, el mayor en semanas, evidencia la capacidad de Moscú de mantener la presión militar y la resistencia de Kiev para defender su territorio, aun a un alto coste humano y material.

El pulso entre ambos países no solo se libra en el frente militar, sino también en el diplomático. La comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier movimiento en falso podría condicionar de manera decisiva el futuro del conflicto en Europa.