Tensión en la órbita geosincrónica

Alemania denuncia que satélites rusos persiguen activos espaciales militares

Alemania denuncia que satélites rusos persiguen activos espaciales militares EPA/FILIP SINGER

El ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, alertó este jueves de un preocupante comportamiento en el espacio: dos satélites rusos del tipo Luch/Olymp estarían siguiendo de cerca a satélites Intelsat que utilizan las fuerzas alemanas y sus aliados. En medio de crecientes incursiones sobre territorio de la OTAN, esta situación pone de manifiesto cómo el espacio se ha convertido en otra dimensión crítica de la seguridad internacional.

En un congreso espacial en Berlín, Boris Pistorius expresó que Rusia, al igual que China, ha desarrollado en los últimos años capacidades crecientes para intervenir en la órbita terrestre con fines militares: rastreo, interferencia, ceguera electrónica e incluso destrucción cinética de satélites. El hecho concreto que citó fue que dos satélites rusos del sistema Luch/Olymp están “persiguiendo” a satélites Intelsat que sirven a unidades militares alemanas y de países aliados.

Esta acusación se inscribe en un contexto de tensión elevada en el espacio orbital geosincrónico, donde se ubican muchos de los satélites de comunicaciones estratégicos. Los satélites Luch-Olymp, según observadores independientes, han realizado maniobras de proximidad a varios satélites comerciales, especialmente los de la empresa Intelsat, que tienen usos tanto civiles como militares.

Una de las piezas clave de este escenario es el satélite conocido como Olymp-K (también identificado como Luch/Olymp), lanzado en 2014, que ha sido observado repetidas veces realizando maniobras cerca de otros satélites, llegando en algunos casos a situarse dentro de una distancia de decenas de kilómetros, una proximidad que en términos orbitales se considera peligrosa o, cuanto menos, provocadora.

Pistorius subrayó que estas acciones no pueden seguir siendo ignoradas: la amenaza fundamental que representa Rusia en el espacio requiere que los aliados debatan no sólo defensas, sino también capacidades ofensivas y disuasorias en ese dominio.

Este tipo de maniobras, denominadas frecuentemente rendezvous and proximity operations (RPO), operaciones de encuentro y proximidad, no son nuevas, pero sí lo es su escala, frecuencia y el grado de sofisticación de los satélites implicados. Los observatorios independientes han registrado migraciones de satélites rusos como Luch-2 (Olymp-K-2) que se mueven cada pocos meses para posicionarse cerca de bloques de satélites comerciales Intelsat o de otros operadores, lo que podría permitirles monitorizar transmisiones, interferir señal o simplemente ejercer presión técnica sobre rivales.

Las implicaciones de estas acciones son múltiples: primero, la seguridad de las comunicaciones militares depende de la inmunidad frente al espionaje o interferencia; segundo, la vulnerabilidad de satélites comerciales puede traducirse en riesgos para servicios civiles esenciales (telecomunicaciones, navegación, monitoreo ambiental, etc.). Para Alemania y la OTAN, esto significa replantear su estrategia espacial, reforzar el seguimiento orbital, mejorar normas internacionales de actuación en órbita, y posiblemente desarrollar capacidades para disuadir, y si es preciso, contrarrestar estas maniobras.

En el ámbito diplomático, la acusación de Pistorius añade presión sobre Rusia para que aclare sus actividades espaciales, y abre la puerta para que aliados impulsen regulaciones más estrictas para operaciones satelitales en la órbita geosincrónica. También refuerza la percepción de que el espacio exterior ya no es solo un escenario civil o científico, sino un terreno con implicaciones directas para la defensa, la inteligencia y la integridad sistémica de infraestructuras críticas.

Finalmente, para la comunidad internacional, agencias espaciales, empresas satelitales, operadores de telecomunicaciones, la advertencia de Alemania apunta a un momento de inflexión: definir reglas claras para los comportamientos, transparencia sobre maniobras, protocolos de notificación, y mecanismos de resolución de disputas espaciales, antes de que incidentes aislados escalen hacia enfrentamientos más graves.