Relaciones internacionales

Trump apoya a prorrogar el tratado nuclear Nuevo START y el Kremlin lo celebra

El Kremlin acoge con satisfacción el comentario de Trump sobre el Nuevo START - E P A / S E R G E I I L N I T S K Y

Moscú calificó de “motivo para el optimismo” la reacción positiva de Donald Trump a la propuesta de Putin de extender un año más el pacto de reducción de armas estratégicas, que vence en 2026.

El Kremlin recibió con satisfacción las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el futuro del tratado Nuevo START. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitry Peskov, aseguró este lunes que la reacción favorable del líder norteamericano a la propuesta de Vladimir Putin “da motivos para el optimismo” en el marco de las negociaciones estratégicas entre las dos potencias.

Putin había planteado recientemente extender durante un año más, tras su vencimiento en febrero de 2026, el acuerdo que limita el número de armas nucleares estratégicas desplegadas por ambos países. La respuesta de Trump fue calificada de alentadora: “Parece una buena idea”, declaró al ser consultado sobre la oferta rusa.

El Nuevo START, firmado en 2010 y prorrogado en 2021, es el último gran tratado de control de armas vigente entre Washington y Moscú. Su objetivo central es limitar los arsenales a un máximo de 1.550 ojivas nucleares desplegadas por cada parte y establecer mecanismos de verificación mutua. Sin su renovación, el mundo se enfrentaría a un escenario sin restricciones legales en la mayor parte de los arsenales estratégicos de las dos mayores potencias nucleares.

Para el Kremlin, la disposición de Trump abre una ventana de oportunidad para mantener vigente un instrumento que consideran esencial para la estabilidad global. “Valoramos que Estados Unidos muestre receptividad. Mantener el tratado sería un paso en la dirección correcta”, dijo Peskov en declaraciones a la prensa rusa.

Sin embargo, expertos internacionales advierten que la renovación del acuerdo no está garantizada. La política interna estadounidense, marcada por divisiones en el Congreso y por el debate sobre la relación con Rusia, puede complicar cualquier avance. En Moscú, por su parte, la decisión se enmarca en una estrategia de mostrar responsabilidad internacional mientras mantiene su pulso con Occidente en otros frentes.

El contexto internacional añade complejidad. La guerra en Ucrania, las sanciones económicas y la tensión creciente en el tablero global dificultan un diálogo estable entre ambas potencias. Pese a ello, la necesidad de mantener límites claros en materia nuclear sigue siendo reconocida incluso en medio de las disputas.

El mensaje de Putin busca trasladar la idea de que Rusia sigue comprometida con la seguridad estratégica mundial, aunque bajo sus propios términos. Para Trump, aceptar la propuesta puede interpretarse como un movimiento pragmático para reducir tensiones y proyectar liderazgo en política exterior en un momento de incertidumbre.

La extensión del Nuevo START durante un año más daría tiempo adicional para negociar un marco más amplio de control de armas, posiblemente incluyendo a otras potencias como China. Sin embargo, cualquier intento en esa dirección requerirá superar obstáculos diplomáticos y políticos de gran envergadura.

Por ahora, el optimismo expresado por el Kremlin contrasta con la cautela de los analistas. La historia reciente demuestra que los tratados de control de armas no solo dependen de la voluntad política, sino también de la confianza mutua, un recurso escaso en las relaciones actuales entre Moscú y Washington.