Trump pone el reloj en marcha: EE. UU. ordena cerrar el acuerdo de paz en Gaza “esta semana o nunca”

Trump pone el reloj en marcha: EE. UU. ordena cerrar el acuerdo de paz en Gaza “esta semana o nunca”

La Administración Trump ha intensificado la presión diplomática para lograr que Israel y Hamás alcancen un acuerdo de paz en Gaza antes de que termine la semana, según reveló The Times of Israel. Fuentes estadounidenses confirmaron que el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor Jared Kushner permanecerán en Egipto “hasta que el pacto esté firmado”.

La Casa Blanca ha decidido acelerar el proceso de paz en Gaza. De acuerdo con un informe de The Times of Israel, Estados Unidos ha pedido a las delegaciones de Israel y Hamás que firmen el acuerdo para poner fin al conflicto en los próximos días, en lo que supondría el mayor avance diplomático desde el inicio de la guerra.

El enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, junto al exasesor presidencial y yerno de Donald Trump, Jared Kushner, encabezan la misión diplomática en El Cairo, donde actualmente se desarrollan las negociaciones indirectas entre ambas partes con la mediación de Egipto y Catar.

Según una fuente cercana al proceso, ambos representantes estadounidenses no abandonarán Egipto hasta que el acuerdo esté cerrado. “Washington quiere resultados inmediatos”, aseguró la fuente, subrayando que el objetivo es anunciar un alto el fuego permanente y un mecanismo de intercambio de rehenes y prisioneros en cuestión de días.

El propio Donald Trump habría reiterado su deseo de que el pacto “se firme cuanto antes”, aunque admitió que el texto final podría incluir modificaciones respecto a su plan original de 20 puntos, presentado semanas atrás. Ese plan contempla una hoja de ruta gradual que combina seguridad para Israel, reconstrucción humanitaria para Gaza y la supervisión internacional del cumplimiento del alto el fuego.

Las conversaciones, sin embargo, siguen siendo delicadas. Hamás reclama garantías sobre la retirada total de las fuerzas israelíes y la apertura de los corredores humanitarios, mientras que Israel exige un control estricto sobre los envíos de armas y la desmilitarización completa de la Franja. Los mediadores egipcios y qataríes trabajan en un texto que equilibre las demandas de ambos bandos y que, al mismo tiempo, sea aceptable para Washington.

La urgencia estadounidense responde también a factores políticos internos. Trump busca presentar un éxito diplomático que refuerce su imagen internacional en un momento en que la política exterior vuelve a estar en el centro del debate en Washington. Un acuerdo histórico en Gaza, sellado bajo su administración, sería interpretado como una victoria estratégica en un año de creciente tensión global.

No obstante, los analistas advierten que las posibilidades de un acuerdo inmediato aún son inciertas. Las diferencias sustanciales sobre la supervisión del alto el fuego y el futuro político de Gaza podrían retrasar la firma más allá del plazo previsto. Aun así, el compromiso estadounidense de mantener la presión sobre las partes indica que Washington está decidido a cerrar el conflicto diplomáticamente, sin margen para más dilaciones.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca los avances en El Cairo, con especial atención a los gestos de ambas delegaciones. Si las negociaciones prosperan, se abriría el camino hacia una reconstrucción gradual de Gaza y una reconfiguración del equilibrio regional en Oriente Medio, bajo el liderazgo de Estados Unidos.