La UE aprobará mañana un paquete de sanciones dirigido a Israel por el bloqueo humanitario en Gaza
La Comisión Europea presentará este miércoles nuevas sanciones contra Israel en respuesta al agravamiento de la crisis humanitaria en Gaza. Las medidas, que incluyen la suspensión parcial de acuerdos comerciales y el congelamiento de fondos bilaterales, buscan presionar al Estado israelí para que modifique su política en los territorios palestinos, en particular en lo relativo al acceso a ayuda humanitaria, el trato a la población civil y la expansión de asentamientos considerados ilegales por amplios sectores de la comunidad internacional.
Bruselas ha decidido dar un paso visible en su respuesta ante lo que describe como alarmantes violaciones del derecho internacional y una crisis humanitaria creciente en Gaza. El anuncio lo hizo la portavoz de la Comisión Europea, Paula Pinho, quien confirmó que los comisarios se reunirán este miércoles para aprobar un paquete de sanciones que afectaría a Israel.
Entre los elementos que integran este paquete, figura la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel en lo relativo al comercio. Esa medida permitiría retirar preferencias arancelarias o beneficios comerciales específicos, lo cual podría tener efectos significativos, dado que la UE es uno de los principales socios comerciales de Israel.
Además, se propone detener pagos bilaterales que la Comisión realiza hacia Israel, especialmente en aquellos ámbitos que puedan estar vinculados a acciones controvertidas, sin que por ello se interrumpa la cooperación con la sociedad civil o instituciones reconocidas como Yad Vashem.
Otra medida en consideración es imponer sanciones dirigidas a ministros del gobierno israelí identificados como pertenecientes a posiciones extremistas, así como a colonos en los territorios ocupados de Cisjordania. Estas sanciones podrían involucrar restricciones de viaje, congelamiento de activos u otras limitaciones diplomáticas y económicas.
No obstante, pese al anuncio formal, persisten dudas sobre la efectividad del paquete: su adopción definitiva dependerá de que una mayoría cualificada de los Estados miembros lo apoye, un requisito que hasta ahora no se da por seguro, en particular por la oposición manifiesta o la cautela de países como Alemania e Italia.
El contexto en el que se producen estas sanciones es crítico. Se han acumulado informes internacionales que apuntan a una escalada en la destrucción de infraestructuras civiles, dificultades para el paso seguro de ayuda humanitaria, denuncias de hambruna y una presión creciente de organismos de derechos humanos, así como de ciudadanos de los Estados miembros, para que la Unión actúe con mayor contundencia.
Aunque la Comisión ya había avanzado en propuestas previas, como la restricción al acceso israelí a programas de investigación de la UE, la suspensión de fondos específicos y la congelación de apoyo bilateral, lo que ahora parece perfilarse es un compromiso más fuerte y visible.
Para Israel, estas sanciones representan un riesgo no sólo diplomático, sino también económico y político. La alteración del Acuerdo de Asociación y la reducción del comercio preferencial podrían afectar sectores exportadores, mientras que las sanciones a personas concretas pueden generar fricciones diplomáticas.
Desde Bruselas se espera que estas medidas sirvan como catalizador para que se reanuden negociaciones hacia una solución de dos Estados, posición que la UE ha reiterado como esencial para la paz duradera en la región.