La presidenta de la Comisión Europea supera su momento político más tenso desde 2019

Von der Leyen sobrevive al doble intento de censura y refuerza su poder en Bruselas

Ursula von der Leyen se impuso a las dos mociones de censura presentadas contra su Comisión en el Parlamento Europeo. Con el apoyo clave del PPE y de parte de los liberales, la mandataria alemana sortea su semana más crítica y consolida su liderazgo en un clima de creciente división política en la UE.

Ursula von der Leyen sigue al frente de la Comisión Europea. La presidenta comunitaria logró este jueves superar las dos mociones de censura consecutivas impulsadas por eurodiputados de distintos grupos políticos, en lo que se había convertido en la prueba más dura para su liderazgo desde el inicio de su primer mandato en 2019. La votación, celebrada en Estrasburgo, concluyó con un respaldo suficiente para garantizar su continuidad y enviar un mensaje de estabilidad a los mercados y a las capitales europeas.

Las mociones, promovidas por la izquierda y la ultraderecha, coincidían en su objetivo de cuestionar la gestión de Von der Leyen, aunque por motivos opuestos. Los primeros criticaban la falta de ambición social y climática de su Ejecutivo, mientras que los segundos la acusaban de favorecer una “agenda globalista” y de haber cedido soberanía nacional a favor de Bruselas. A pesar del ruido político, el resultado final mostró que las mayorías europeas aún resisten.

El Partido Popular Europeo (PPE), al que pertenece Von der Leyen, cerró filas en torno a su presidenta, y los liberales de Renew Europe mantuvieron el apoyo con el argumento de “preservar la estabilidad institucional”. El grupo Socialista y Demócrata (S&D) se mostró dividido, con parte de sus miembros absteniéndose, pero evitando contribuir a una crisis institucional en plena preparación del nuevo ciclo legislativo.

Fuentes cercanas al Parlamento aseguran que la líder alemana pasó los últimos días en un intenso trabajo de negociación para amarrar votos decisivos. “Ha sido un ejercicio de resistencia política”, señalan en Bruselas, donde se da por hecho que Von der Leyen ha reforzado su posición de cara a la segunda mitad de su mandato, marcada por los retos energéticos, el pulso tecnológico con Estados Unidos y China, y las tensiones internas sobre el Pacto Verde.

Superar dos mociones en un mismo día no es un hecho menor. La presidenta logra con ello frenar el intento de erosionar su autoridad en un momento de creciente fragmentación del Parlamento Europeo. En el contexto actual, con la extrema derecha ganando fuerza y las coaliciones tradicionales perdiendo cohesión, mantener la Comisión estable se interpreta como una victoria política de primer orden.

Los analistas consideran que el resultado es también un mensaje al exterior: la Unión Europea mantiene su rumbo y no se paraliza ante los choques internos. Von der Leyen, que había sido objeto de críticas por su gestión de la guerra en Ucrania y su política migratoria, sale reforzada y con margen para retomar la iniciativa en los próximos meses.

Desde su equipo, se subraya que las prioridades de la Comisión seguirán centradas en la transición energética, la competitividad industrial y la seguridad estratégica de la Unión. “Europa no puede permitirse un vacío de liderazgo”, declaró una fuente comunitaria tras la votación.

El pulso político de Estrasburgo deja, no obstante, una lección clara: el equilibrio en Bruselas es cada vez más frágil. Von der Leyen ha ganado esta batalla, pero el desafío de mantener unida a una Europa en tensión será su verdadero examen.