Londres endurece el tono: “No a las anexiones”

Yvette Cooper advierte a Israel tras el reconocimiento de Palestina: “Nada de represalias ni anexiones en Cisjordania”

Yvette Cooper advierte a Israel tras el reconocimiento de Palestina: “Nada de represalias ni anexiones en Cisjordania” EPA/ANDY RAIN

El Reino Unido ha reconocido oficialmente al Estado de Palestina y, en vísperas de la Asamblea General de la ONU, la ministra de Exteriores Yvette Cooper ha pedido a Israel que no responda con medidas punitivas ni con nuevas anexiones en Cisjordania. Downing Street enmarca la decisión en “mantener viva la posibilidad de paz” dentro de la solución de dos Estados, en coordinación con Canadá, Australia y Portugal.

Yvette Cooper, jefa del Foreign Office, explicó en la BBC que ya ha trasladado al Gobierno israelí que Londres no aceptará represalias por el reconocimiento de Palestina, ni movimientos de anexión sobre el territorio ocupado de Cisjordania. La responsable de Exteriores subrayó que reconocer a Palestina busca reforzar la seguridad de israelíes y palestinos, no premiar a actores violentos, y que el objetivo sigue siendo una paz sostenible bajo el marco de dos Estados.

La decisión británica no ha sido aislada. En una acción coordinada antes de la cita de líderes en Nueva York, Canadá, Australia y Portugal se sumaron este domingo al reconocimiento de Palestina, alineándose con más de 140 países que ya lo han hecho. Para Londres, la declaración es coherente con su posición histórica de apoyar dos Estados, y el propio primer ministro Keir Starmer la presentó como un paso para “mantener viva la posibilidad de paz” en medio de la devastación en Gaza y el estancamiento político.

La respuesta desde Israel ha sido de rechazo frontal. El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó la medida de “recompensa al terrorismo”, y miembros del ala más dura del Gobierno han puesto sobre la mesa la posibilidad de impulsar anexiones adicionales en Cisjordania como contragolpe político. Ese escenario, que multiplicaría la tensión con aliados occidentales y socios árabes, es precisamente el que Londres busca disuadir con su advertencia pública. 

El contexto inmediato es una semana clave en la ONU. Francia y Arabia Saudí reunirán a decenas de dirigentes para reactivar apoyos a la solución de dos Estados, con la expectativa de nuevas adhesiones al reconocimiento de Palestina y de medidas de presión para frenar la expansión de asentamientos. Aunque los avances en el terreno siguen siendo esquivos tras casi dos años de guerra, el movimiento diplomático de potencias occidentales marca un punto de inflexión y añade costes reputacionales y económicos a cualquier tentación de anexión. 

En términos prácticos, el reconocimiento no crea un Estado de la noche a la mañana ni sustituye las negociaciones necesarias sobre fronteras, seguridad, Jerusalén y refugio de palestinos. Pero sí cambia el tablero: eleva el listón político para quienes apuestan por hechos consumados sobre el terreno y ofrece a los actores moderados un marco más favorable para retomar un proceso político. El mensaje de Londres —y de sus socios— es que la seguridad de Israel no puede desvincularse de los derechos nacionales de los palestinos, y que cualquier intento de anexión chocará con una respuesta diplomática cada vez más coordinada.