Bruselas flexibiliza normas para permitir ayudas de hasta 400.000 euros a empresas con pérdidas por la guerra

BRUSELAS, 23 (EUROPA PRESS)

La Comisión Europea ha anunciado este miércoles una nueva flexibilización de las normas comunes que se aplican a las ayudas de Estado para permitir a los gobiernos conceder apoyos de hasta 400.000 euros a las empresas más afectadas por las consecuencias de la guerra en Ucrania, ya sea por el alza de los precios de la energía o de otros insumos.

Además permitirá a los Estados miembro introducir inmediatamente regímenes de subvención de hasta 35.000 euros por empresa en los sectores específicos de la agricultura, la pesca y la acuicultura que estén sufriendo el impacto de esta crisis.

Bruselas aclara, además, que no es necesario que esta ayuda esté vinculada a un aumento de los precios de la energía, porque considera que el alcance de esta crisis es mayor, y podrá tener cualquier forma, incluidas subvenciones directas.

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Sí prevé en el marco de los altos precios de la energía, que las empresas con fuerte consumo energético podrán ser compensadas parcialmente por los costes adicionales derivados de las subidas excepcionales de los precios del gas y la electricidad.

La ayuda global por beneficiario no podrá superar el 30 % de los costes subvencionables, hasta un máximo de dos millones de euros llegado el caso, si bien Bruselas apunta que si una empresa incurre en pérdidas de explotación podría requerir apoyos adicionales para garantizar su continuidad.

En este contexto, la revisión del marco permitirá a los Estados miembros conceder ayudas por encima de estos límites máximos de hasta 25 millones de euros para los grandes consumidores de energía y de hasta 50 millones de euros para las empresas de sectores concretos, por ejemplo, la producción de aluminio y otros metales, fibras de vidrio, pasta, fertilizantes o hidrógeno y numerosos productos químicos básicos.

La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha concedido que las fuertes sanciones impuestas por la UE y otros socios internacionales a Rusia no sólo han dañado la economía de este país, sino que también se están haciendo notar en la Unión Europea.

“Debemos mitigar el impacto económico de esta guerra y apoyar a las empresas y sectores gravemente afectados, y hemos de hacerlo de manera coordinada”, ha indicado Vestager en un comunicado para anunciar la flexibilización temporal del marco para las ayudas de Estado, una revisión que sigue el modelo adoptado durante la crisis de la pandemia.

El nuevo marco permitirá así a los Estados miembro conceder un importe limitado de ayuda a las empresas afectadas por la crisis actual o por las sanciones y contrasanciones derivadas, garantizar que las empresas dispongan de suficiente liquidez y compensar a las empresas por los costes adicionales incurridos debido a los precios excepcionalmente elevados del gas y la electricidad.

Estos tipos de medidas estarían también a la disposición de las empresas calificadas de empresas en crisis, las cuales es posible que se enfrenten a necesidades de liquidez acuciantes en las circunstancias actuales. Las empresas controladas por Rusia sancionadas no entrarían en el ámbito de aplicación de estas medidas.

Otra de las claves es que los gobiernos podrán conceder garantías estatales subvencionadas para velar por que los bancos sigan concediendo préstamos a todas las empresas afectadas por la crisis actual y préstamos públicos y privados con tipos de interés bonificados.

En ambos casos, existen límites en relación con el importe máximo del préstamo, que se basan en las necesidades de explotación de una empresa, teniendo en cuenta su volumen de negocios, sus costes energéticos o sus necesidades concretas de liquidez.

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