“China tiene la sartén por el mango. Pueden apretar el botón rojo y destrozar la economía de EEUU”
Paco Arnau, analista internacional de redes y medios, señala que “los aranceles son un arma de doble filo”. Arnau opina que Donald Trump no puede pensar que el resto del mundo aceptará “pasivamente” sus medidas. Eso afectará a las exportaciones de EE.UU. Además, Arnau recalca que el “gran perdedor, como suele suceder, es Europa”. En este contexto, China es la “mayor potencia comercial del mundo, la principal fábrica del planeta, el mayor productor industrial”, y Arnau comenta que el país posee una gran cantidad de deuda estadounidense. Si China decide “apretar el botón rojo”, los más perjudicados serán EE.UU. y, por extensión, Europa, que ya se encuentra en una situación de debilidad extrema.
Enrique Navarro Gil, presidente de la consultoría internacional de seguridad y defensa MQ Globalnet, considera que “primero hay que entender el objetivo, si es que alguien, incluyendo al propio Trump, lo tiene claro”. Navarro destaca que esta guerra comercial forma parte de una estrategia global. Asimismo, el objetivo de Trump no es hacer a EE. UU. más rico o saludable, sino “más poderoso, esa es la clave”.
Raúl Carrasco, analista de política internacional, comenta que China ha respondido a la escalada arancelaria de EE.UU. con una mezcla de firmeza y estrategia a largo plazo. Lejos de reaccionar de forma impulsiva, el gigante asiático está demostrando confianza, fruto de una preparación meticulosa para un escenario de confrontación con Washington, que viene gestándose desde hace años. Carrasco destaca que desde el primer mandato de Donald Trump, Pekín ha sido consciente de que las tensiones comerciales no eran un fenómeno pasajero, sino el síntoma de una rivalidad estructural y duradera.