Cinco operadores controlan cerca de dos tercios del mercado de distribución de agua en España y Portugal

Los ingresos agregados del sector se estancarán o crecerán de forma muy moderada en 2022, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

La actividad de distribución de agua presenta un notable grado de concentración en España y Portugal, de modo que considerando globalmente a los grupos empresariales presentes en el sector, los cinco primeros operadores reunieron de forma conjunta el 64% del valor del mercado de abastecimiento en 2021, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa.

Entre los operadores privados líderes destaca la presencia de grandes conglomerados de gestión del ciclo integral del agua y sociedades integradas en algunos de los principales grupos constructores, generalmente a través de sus divisiones de agua y servicios medioambientales.

A principios de 2021 se identificaban 3.173 empresas dedicadas a la captación, distribución y depuración de aguas en el mercado ibérico, lo que supuso una veintena menos respecto a la cifra registrada en la misma fecha del año anterior.

Tras retroceder un 3% en 2020, la facturación agregada de las empresas dedicadas a la prestación de servicios de abastecimiento de agua registró un incremento del 1,4% en 2021, hasta situarse en una cifra de 3.670 millones de euros.

Según el Observatorio, este moderado aumento de los ingresos sectoriales reflejó el leve ascenso del consumo y la contención de tarifas, a pesar de la coyuntura de repunte económico vivida tras la pandemia de la Covid-19.

Así, en un contexto de fuerte reducción de las reservas de agua e intensificación de las políticas de concienciación sobre un uso racional, el volumen consumido se cifró en unos 3.220 hectómetros cúbicos en ese año, solo un 1,3% más respecto a 2020.

PRÓXIMAS SUBIDAS DE TARIFAS

El Observatorio ve “previsible” que el ejercicio 2022 se cierre con un estancamiento o muy moderado ascenso, tanto del volumen abastecido como de la facturación sectorial, motivado principalmente por el impacto de la sequía, reflejado en los bajos niveles de agua embalsada, y la ralentización económica.

Tras varios años aplicando políticas de congelación, en 2022 varios operadores han anunciado subidas de tarifas a corto plazo, con el fin de garantizar la sostenibilidad de los servicios en un contexto de fuerte aumento del precio de los materiales y la energía.