Claves del día: La gran amenaza para el mundo, la OTAN en jaque y el desastre en la economía de EEUU
La paz sigue siendo una ilusión lejana mientras el conflicto en Ucrania se intensifica con operaciones rusas desde el este y la región de Sumi, en un contexto de ofensiva de verano peligrosa para Occidente, que se ve obligado a aumentar drásticamente su apoyo militar. Donald Trump, quien había afirmado que no harían falta más semanas para resolver el conflicto, se enfrenta ahora al fracaso de su enfoque, reconociendo la firme postura de Putin ante los ataques ucranianos a aeródromos rusos y la creciente amenaza nuclear de Irán.
En una conversación con Putin, Trump alertó que Irán no puede obtener armas nucleares y sugirió que Moscú podría presionar por una resolución, aunque el tiempo apremia. Mientras tanto, Zelensky denunció que el supuesto “memorándum” entregado en reuniones recientes fue, en realidad, un ultimátum disfrazado. Ante este panorama, Trump propone sanciones económicas extremas, incluyendo aranceles del 500% a países que comercien con Rusia, como China e India, lo que podría desatar una guerra comercial sin precedentes, poniendo fin a la globalización tal como la conocemos.
La OTAN se enfrenta a un momento clave mientras crece la tensión con Rusia. Hegseth ha advertido que “hay que estar listos para combatir”, exigiendo a los aliados compromisos financieros concretos y urgentes. Con 800.000 millones en juego, especialmente desde Europa, la alianza refuerza su dependencia de la industria armamentística estadounidense.
En una jornada marcada por la incertidumbre económica y política, Bloomberg reporta que Donald Trump ha prohibido el ingreso de estudiantes extranjeros a universidades como Harvard, afectando ya a ciudadanos de 12 países, en medio de un clima de creciente tensión internacional. A esto se suma un nuevo dato preocupante: el informe de empleo de ADP mostró solo 37,000 nuevos empleos en el sector privado, el ritmo más bajo en dos años, lo que indica que la economía estadounidense no solo se enfría, sino que comienza a congelarse. Trump ha culpado rápidamente a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, exigiéndole una baja de tipos de interés. Esta presión coincide con el anuncio del Banco Central Europeo de recortar sus tasas ante señales claras de deflación y estancamiento económico.