España, entre los cinco países cuyas empresas son más pesimistas sobre la evolución de los impagos

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

España es uno de los cinco países europeos en los que sus empresas son más pesimistas respecto al futuro de sus operaciones, debido a la previsión de aumento de deudas entre sus clientes corporativos, según el Informe Europeo de Pagos de Intrum.

El sector más afectado por los problemas de liquidez es el hostelero, con casi un 90% de compañías en esta situación. Aunque se espera un ligero repunte de la actividad a lo largo de 2021, el fin de las ayudas y medidas de apoyo de las administraciones podría provocar un aumento considerable de la morosidad.

Actualmente, muchas empresas temen por la liquidez de sus clientes corporativos, especialmente en los casos en los que ya hay cuentas económicas pendientes. Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, se ha incrementado 38 puntos porcentuales el número de entidades españolas que cree que el riesgo financiero de este tipo de clientes más vulnerables crecerá en los próximos 12 meses.

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Esta visión está notablemente influida por la pandemia, ya que antes de la crisis sanitaria tan solo el 10% de las organizaciones tenía esa percepción, y ahora este porcentaje asciende al 48%.

Esta situación coloca a España entre los cinco países europeos en los que más empresas están convencidas de que el riesgo deudor aumentará en los próximos 12 meses, al mismo nivel que Noruega (48%). Encabezan el ranking República Checa (70%), Italia (65%), Portugal (54%) y Bélgica (49%), y España se sitúa por encima de países como Reino Unido (46%), Alemania (42%) y Francia (35%).

Los efectos de la pandemia sobre la economía no han ocurrido de forma homogénea, lo que ha hecho que las distintas empresas y sectores se vean afectados de un modo diferente.

Según los datos del Banco de España correspondientes al año 2020, las dificultades de liquidez han afectado principalmente a los sectores de la hostelería, restauración y ocio, con casi un 90% de entidades en esta situación, vehículos de motor (85%) y transporte (poco más del 80%).

Estos mismos sectores están siendo, además, los más sensibles al endeudamiento. Sobre todo, hostelería, restauración y ocio, ya que casi el 45% presentó a finales del año pasado un elevado ratio de endeudamiento (mayor o igual que 0,75) sobre su activo neto.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en 2020, un total de 4.097 negocios se declararon en concurso de acreedores, un 14,4% menos que en 2019, gracias a las moratorias de pagos aprobadas por el Gobierno.

Aun así, hay sectores donde estas medidas no han conseguido frenar las consecuencias de la crisis, como son comercio, construcción e industria han sido los más afectados. En cuanto al número de compañías disueltas, salen especialmente mal parados la construcción y el comercio.

En cuanto a la pymes, su facturación y el empleo efectivo, teniendo en cuenta los ERTEs, cayeron en mayor medida en las empresas más pequeñas, incluso teniendo en cuenta el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en los diferentes sectores de actividad.

Las líneas ICO, así como el resto de las ayudas otorgadas por las administraciones, han tenido una contribución decisiva en el entramado empresarial, especialmente en aquellos sectores más vulnerables. Sin embargo, esta situación podría revertirse en unos meses y provocar un aumento considerable de la morosidad cuando se desactiven algunas de las medidas actuales.

Tal y como muestran las previsiones oficiales del Banco de España, este año el nuevo endurecimiento de las medidas para contener la tercera ola de la pandemia habría vuelto a incidir negativamente en las empresas, especialmente en las ramas ligadas al turismo, al transporte y a la hostelería.

No obstante, la reducción continuada de los contagios y alivio de las restricciones estaría ahora dado lugar a una cierta mejora de los niveles de actividad. De cara al segundo semestre se espera que los distintos componentes de la demanda interna privada, así como los flujos de comercio exterior, muestren un repunte, con una intensidad variable en función de cómo se desarrolle la pandemia y de los diferentes sectores económicos.

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