ESPECIAL | Putin y Zelensky dejan la reunión en el aire, Trump duda y EEUU presiona a Rusia
Christian Lamesa, analista de geopolítica internacional, considera que el presidente ucraniano “ha desvirtuado la seriedad del proceso” al plantear un encuentro cara a cara con Vladimir Putin de manera desafiante. Critica que se trate una negociación de alto nivel como si fuera “un show mediático”. Según Lamesa, este tipo de encuentros suelen comenzar con negociaciones entre delegaciones técnicas y no directamente entre jefes de Estado. “Zelensky ha bombardeado cualquier intento de diálogo serio con su actitud provocadora”, asegura.
“Putin podría poner en peligro su vida si se ve cara a cara con Zelensky. Hay preocupación en Moscú”, defiende. Esto se debe a la falta de garantías de seguridad para la delegación rusa. Recuerda incidentes previos, como la agresión física de un delegado ucraniano a un diplomático ruso, y subraya que “la seguridad del presidente Putin no puede tomarse a la ligera”. Así mismo, cuestiona si Turquía, como país anfitrión, puede ofrecer las garantías necesarias para un encuentro de este calibre.
Paco Arnau, analista internacional de redes y medios, subraya que el encuentro, originalmente propuesto por Rusia, nace ya con obstáculos significativos, especialmente por la actitud de las partes europeas y ucraniana. Arnau denuncia que, aunque Rusia propuso un diálogo “abierto y sin condiciones”, desde Ucrania y los líderes europeos se han ido añadiendo exigencias constantes que dificultan el encuentro. Según afirma, “parecería que no tienen ninguna voluntad de que efectivamente lleguen a buen puerto esta primera toma de contacto”.
Respecto al presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, lo califica como “un títere del partido de la guerra europeo”, sin capacidad autónoma para negociar. Además, recuerda que en 2022 el propio Zelensky firmó un decreto que prohíbe negociar con el presidente ruso Vladímir Putin, lo cual representa, “una contradicción flagrante” al ahora exigir que sea precisamente Putin quien asista a la reunión. En cuanto a Estados Unidos, considera que el país no puede seguir siendo “arte y parte” del conflicto y al mismo tiempo pretender mediar. Afirma que si EE.UU. dejara de financiar y suministrar armamento a Ucrania, la guerra se acabaría rápidamente.