Fracaso en el G7: división ante Ucrania y la pelea de las sanciones a Rusia
El G7 concluyó en Canadá una cumbre marcada por la falta de unidad y el impacto de la crisis en Oriente Medio, agravada por la marcha anticipada de Donald Trump, quien regresó a Washington por una reunión de urgencia, aunque negó que fuera para negociar un alto el fuego. Sin Trump, los líderes restantes no lograron una declaración conjunta sobre Ucrania, limitándose a expresar buenas intenciones; Francia y Alemania señalaron que EE. UU. podría aceptar nuevas sanciones contra Rusia tras el reciente ataque ruso a Kiev, calificado por Emmanuel Macron como “absolutamente terrible”. El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció nuevas sanciones contra más de 40 entidades rusas y 200 buques de la “flota en la sombra”, así como asistencia militar adicional y la condonación de préstamos rusos por más de 2.000 millones de dólares, en un intento de intensificar la presión económica sobre Moscú.