Garamendi pide estabilidad y seguridad jurídica para los empresarios, que son “la solución y no el problema”

José Luis Bonet anima a la colaboración público-privada porque “no hay consenso político, ni se le espera”

BILBAO, 29 (EUROPA PRESS)

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido estabilidad y seguridad jurídica y ha advertido de que los empresarios son “la solución, y no el problema”. Mientras, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha animado a la colaboración público-privada porque “no hay consenso político, ni se le espera”.

Durante un debate junto al presidente de la Cámara de Comercio de España, en el marco del XXI Congreso de Directivo CEDE celebrado este jueves en Barakaldo (Vizcaya), el presidente de la patronal española ha defendido que, desde la Segunda Guerra Mundial, las empresas “hacían lo que tenían que hacer” y “el efecto político estaba marcado”. “Y sin embargo, ahora la política está influyendo muchísimo cada vez que tomamos una decisión. Lo estamos viendo”, ha apuntado.

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Según ha señalado, los empresarios reclaman seguridad jurídica y estabilidad regulatoria. “¿Para qué te van a dar dinero si luego no tienes la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria?”, ha preguntado.

Además, cree importante romper “la dicotomía” de grandes y pequeñas empresas porque es “fundamental”, y ha reivindicado el “efecto tractor de las grandes empresas en cascada”. “Esa gran empresa es capaz de traccionar absolutamente un tejido empresarial enorme. Aquí no sobra nadie”, ha indicado.

También ha respondido a quienes piden que la pequeñas empresas crezcan, que “bastante tienen con levantar y bajar la persiana, sufrir con la factura de la luz que tiene ahora y a ver cómo tiran para adelante”. “El problema es que decimos que crezcan, pero en cuanto crecen les damos, nos dan”, ha dicho.

A su juicio, “lo más importante” es la estabilidad. “Los empresarios somos la solución y no el problema. No podemos ir a hablar de los fondos internacionales, como se ha ido ahora, y atacar directamente a dos presidentes de compañías españolas, y diciendo: ‘venga a invertir a España, pero estos señores no me gustan’. Castigando a los empresarios, señalándolos”, ha apuntado.

Ha añadido que “no se puede salir y decir: ahora voy a topar los precios”. “Es decir, por encima de todo, estabilidad, y reivindico que somos la solución”, ha insistido.

Antonio Garamendi ha manifestado que se puede hablar de “inversiones, de fondos europeos”, pero si “el empresario, el directivo de este país no está reconocido, no se no se valora su esfuerzo, la labor que hace, no tenemos nada que hacer”.

EUROPA DÉBIL

También ha advertido de una Europa “muy débil” que se refleja en los problemas energéticos o la dependencia exterior de las materias primas. “Nos sentimos unos imperialistas cuando ya no somos nadie”, ha lamentado.

Ante los emplazamientos a las empresas industriales para acometer cambios, ha asegurado que estas “llevan años haciendo innovación de la energía”, como lo reflejan ejemplos como las papeleras o la cogeneración.

“Ese trabajo ya se ha hecho, ya se está haciendo y se va a seguir haciendo”, ha señalado. Por ello, ha “puesto en valor” a los directivos y las empresas, que “van por delante de las decisiones políticas”.

Por otra parte, y respecto a la digitalización, ha advertido de que en este campo “falta gente” y “la formación es clave, y la formación dual, fundamental”.

Además, ha reivindicado “el valor de la industria” y ha instado a apostar por este sector y ante el objetivo de que el 20% del PIB fuera industrial en España, ha recordado que incluyendo la energía alcanza el 16,5% y sin ella, el 11,5%. “La prueba del nueve es que los territorios en los que el peso industrial en el PIB es superior al 20%, hay menos paro”, ha concluido.

BONET

Por su parte, Bonet se ha mostrado convencido de que, en la actual situación, “en que la recuperación está en la transformación”, la “revolución tecnológica impresionante” que “trastoca todos los planteamientos que pueden tener los empresarios” es importante, y además, el cambio climático, “es una evidencia” y “hay que procurar adaptarse”.

“Esto es un cambio que se ha acelerado de una manera extraordinaria y también la posición de los empresarios en relación con ello, a partir de la covid y de la propia guerra de Ucrania”, ha dicho.

José Luis Bonet se ha mostrado convencido de que el empresariado español “no está resistente al cambio” y ha expresado su esperanza en que “los empresarios y los directivos de este país han entendido que deben ya transformarse”.

“Algunos ya lo están, pero muchos todavía no, y España es un país de pymes y, en definitiva dependerá de si estas se transforman o no. Consecuencia de que estos lo entiendan, y me parece que sí lo entienden, es el principio de esa transformación”, ha defendido.

A su juicio, “la mayor parte del tejido empresarial”, que son pymes, “tiene pendiente la internacionalización” y ha pronosticado que “lo van a hacer”. “Lo más importante son las empresas y, en segundo lugar, la cooperación público privada, porque es evidente que no hay consenso político ni se le espera. Por tanto, creo que hay algunas condiciones para que esto vaya bien”, ha apuntado.

Por último, ha defendido que existen condiciones con las que España “ha dado saltos para adelante”, como la estabilidad, “el ánimo de los empresarios y directivos”, el consenso político, la cooperación público-privada, el apoyo de las democracias occidentales y el turismo”.

“Si se dan estas condiciones, que se dan, tenemos las condiciones para dar nuevos salto de progreso y modernista y al final de bienestar de los españoles”, ha manifestado.

Ha recordado que hay 14.000 millones “encima la mesa” para la transformación de los proyectos empresariales, y “esto no puede desaprovecharse de ninguna manera”. “Eso hay que aprovecharlo para transformar el tejido empresarial español”, ha precisado.

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