MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Cámara de Comercio de España ha celebrado los datos de la Encuesta de Población (EPA) publicada este jueves, que afirma que el país se encuentra en el mayor nivel de ocupación de los últimos 13 años, y ha estimado que en 2022 podrían crearse 870.000 nuevos puestos de trabajo.
Esto supondría un crecimiento del empleo de en torno al 4,9% para el conjunto del año 2022. Para ello, desde la Cámara han destacado que resulta “indispensable” consolidar el papel del mercado de trabajo en la política económica, de modo que esta situación sirva de impulso para avanzar y materializar las reformas estructurales pendientes.
“Es menester continuar en la senda de la creación de más empleo y de mayor calidad, hacia un mercado de trabajo que dé cabida a todos los perfiles poblacionales, garantizando la inclusión de aquellos colectivos con mayores problemas de empleabilidad, como desempleados de larga duración, personas mayores de 45 años y personas jóvenes”, han destacado desde la Cámara, quienes creen que la solución pasa por la revisión y consecuente modernización de las políticas activas de empleo, la reducción de la burocracia y los costes vinculados al proceso de contratación laboral y adaptar la formación a las necesidades del mercado de trabajo.
Para la Cámara de Comercio, un elemento clave para esta readaptación pueden ser los fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea. Sobre dichos fondos, ha advertido de que su contribución al crecimiento económico y a la modernización del país dependerá en gran medida de la velocidad con la que se gestionen estos recursos y el destino y el alcance de los mismos.
“El papel de las empresas en el correcto aprovechamiento de estos fondos es crucial, son las encargadas de impulsar de la actividad productiva y generar de empleo e inversión”, han apuntado desde la Cámara, que también han resaltado que resulta “indispensable” asegurar el acceso efectivo de las empresas a los fondos, especialmente las pymes.
Por último, desde la Cámara de España han pedido poner el foco en la delicada situación que atraviesan las empresas españolas y han pedido a las instituciones cierta sensibilidad a la hora de abordar e implementar las reformas previstas, entre las que destaca la laboral, de modo que “no representen una carga añadida a las ya soportadas por nuestro tejido productivo”.
