Los pescadores afrontan con “incertidumbre”, pero “esperanzados” la costera de la anchoa, la mayor en 13 años

SANTANDER, 28 (EUROPA PRESS)

Los pescadores cántabros afrontan con la “incertidumbre”, pero “esperanzados” la costera de la anchoa, que se abre este miércoles, 1 de marzo, para buques de cerco del Cantábrico Noroeste con una cuota de casi 30.200 toneladas, la más alta disponible para España desde la reapertura de la pesquería en 2010, hace 13 años.

El presidente de las Cofradías de Pescadores de Cantabria, César Nantes, ha explicado en declaraciones a Europa Press que la pesquería de la anchoa se presenta este año con la “incertidumbre” de los precios del combustible. “Vamos a tener que salir todos los días mirando cuánto nos cuesta el gasóleo”, ha señalado, apuntando que el incremento de gastos por este motivo el año pasado fue superior 70%.

El Gobierno modificó la ayuda directa de 20 céntimos al litro de combustible consumido por otra por modalidad de barco –cerco, arrastre, etcétera– y eslora, que los pescadores han comenzado a solicitar a partir del 13 de febrero, si bien Nantes consideraba “más justa” la primera.

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Al respecto, ha subrayado que el pescador no puede transmitir al consumidor ese aumento de costes porque el pescado de subasta a la baja y depende del precio que el comprador quiera pagar. De este modo, si los pescadores tienen más gastos, “no influye, sino si hay más o menos pescados para que el precio sea más o menos” elevado.

En este sentido, los pescadores también salen “esperanzados” por buena situación biológica de la anchoa, en niveles de biomasa de los más elevados en la serie histórica según los informes científicos, y “confiados” en poder pescar la que es especie principal para la flota de cerco.

Además, este año por primera vez, en una de las tres pesquerías fundamentales para la flota de cerco como es el chicharro, solo se puede hacer pesca accidental y no dirigida. Con lo que los pescadores esperan que el aumento de la cuota de la anchoa sirva “para compensar lo que no podemos pescar de chicharro, sobre todo a partir del 1 de julio” y por ello la intención es prolongar la pesquería de la anchoa hasta el 30 noviembre, “porque el hecho de no tener chicharro nos obliga a depender casi exclusivamente de la anchoa”.

Nantes ha recordado que el precio medio de la anchoa subió el año pasado cinco céntimos el kilo, “bastante ridículo”, a pesar del aumento de costes y de que la pesca era de calidad, más grande, “y aún así no le hemos sacado rendimiento”.

Al hilo, ha apuntado que los pescadores buscan “la anchoa de mayor calidad”, si bien dentro de más de 30.000 toneladas “tiene que haber de todo”. “Esperamos que este año el porcentaje de pesca grande sea mayor porque más se nos paga, y el pescador no quiere pescar kilos sino euros”.

PESQUERÍA

La pesquería de la anchoa para buques de cerco del Cantábrico Noroeste se abre este miércoles, 1 de marzo, con una cuota de casi 30.200 toneladas, la más alta disponible para España desde la reapertura de la pesquería en 2010.

Según la resolución del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la pesquería dará comienzo a partir de las 0.00 horas del 1 de marzo y finalizará a las 0.00 horas del 30 de noviembre.

La cuota adaptada 2023, tras la deducción de la multa por la sobrepesca de caballa de 2009 y las cesiones realizadas entre Francia y España para la gestión de la pesquería de la anchoa del Golfo de Vizcaya en 2023 es de 30.182.200 kilogramos.

En cuanto a los topes máximos de capturas y desembarques, para el mes de marzo será de 8.000 kilogramos por buque y día para las embarcaciones de más de 120 GT o que tengan 12 o más tripulantes enrolados, y de 6.400 kilogramos por buque y día para el resto de embarcaciones. La talla será de 60 piezas por kilogramo, con una tolerancia del 10%, y todo ello con el fin de pescar anchoa más grande.

En abril, mayo y junio, el tope será de 10.000 kilogramos por buque y día para las embarcaciones de más de 120 GT o que tengan 12 o más tripulantes enrolados, y de 8.000 kilogramos por buque y día para el resto de embarcaciones. La talla será de 60 piezas por kilogramo, con una tolerancia del 10%.

Durante el segundo semestre, del 1 de julio al 30 de noviembre, los topes máximos de capturas y desembarques serán de 5.000 y 4.000 kilogramos por embarcación y día, para cada uno de los grupos de buques definidos con anterioridad.

El consumo de la cuota se realizará distribuyendo el 85% del total de la disponible para España en 2023 para el primer semestre, y el 15% restante para el segundo, al no poderse pescar chicharro. Dentro de éste último, un 10% será para los meses de julio y agosto, y el 5% restante desde el 1 de septiembre hasta el cierre de la pesquería.

En el supuesto de que no se consuma totalmente la cuota del primer semestre, el sobrante pasará a incrementar lo disponible en el segundo semestre.

El stock de anchoa en la zona 8 del CIEM, la conocida como anchoa del Cantábrico o del Golfo de Vizcaya, es muy relevante para la flota española, que cuenta con una gestión mediante TAC establecido por la Unión Europea, repartido entre España y Francia.

BUENA SITUACIÓN BIOLÓGICA

En la actualidad se encuentra en una buena situación biológica, en niveles de biomasa de los más elevados en la serie histórica como señala el último informe científico, tras el cierre que hubo que establecer de la pesquería entre el año 2005 y 2009.

Para 2023 se ha alcanzado el Acuerdo entre España y Francia para la gestión de la pesquería de la anchoa del Golfo de Vizcaya en 2023-Acuerdo de Guetaria, que supone algunos intercambios y ajustes de cuotas entre ambos países.

Además, 2023 es el último año en el que existe una deducción para España de 180 toneladas de esta cuota de anchoa 8 por la sobrepesca de caballa del año 2009 –ya no existe deducción de cuota de caballa en este 2023 por este motivo–, cifra notablemente inferior a la que se ha venido aplicando de 3.696 toneladas de deducción de cuota de anchoa 8 para España en los últimos años.

Con todo ello, para 2023 la cuota total disponible de anchoa 8 para España se sitúa en 30.182,2 toneladas, la cifra más alta de cuota disponible para este país desde la reapertura de la pesquería en el año 2010.

Esta disponibilidad, unida a la disminución de la cuota de jurel en 2023 –ambas especies principales para la rentabilidad de la flota de cerco del Cantábrico y Noroeste– hace que se considere necesario plantear algunas variaciones respecto a la gestión de esta cuota realizada en años en anteriores.

Respecto a la gestión de la pesquería, el Ministerio ha recibido una propuesta conjunta por parte de la práctica totalidad del sector pesquero de cerco del Cantábrico y Noroeste mediante Opescantábrico (Asociación de Organizaciones de Productores de Pesca del Cantábrico) que es además el que ha celebrado el acuerdo con el sector francés.

Esta asociación considera necesaria una regulación de la pesquería en términos parecidos a los que lo ha sido en años anteriores para la flota de cerco del Cantábrico y Noroeste, si bien ha planteado algunos cambios. Así, dada la mayor disponibilidad de cuota, se ha propuesto que se varíen un poco los topes establecidos en años anteriores para regular el consumo de la cuota, a la vez que se ha considerado pertinente distribuir el 85% de la cuota para el primer semestre y el 15% para el segundo semestre.

Ello permite seguir manteniendo el equilibrio establecido entre ambos semestres, suponiendo un incremento de casi 3.000 toneladas de cuota respecto al 2022 para el primer semestre (incluso superando el 100% de la cuota total disponible que tuvo España para todo el año 2022) y de casi 2.000 toneladas de incremento para el segundo semestre.

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