
La economía mundial se encamina hacia su etapa de crecimiento más lento desde la crisis del Covid-19, debido al resurgimiento de tensiones comerciales lideradas por Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump. Así lo indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su más reciente informe de perspectivas económicas, publicado este martes.
El organismo con sede en París redujo sus previsiones para la producción global, así como para la mayoría de las economías del G20, alertando que la falta de acuerdos comerciales sostenibles podría frenar la inversión y acelerar el alza de precios a nivel internacional.
La OCDE estima que el crecimiento global será del 2,9 % tanto en 2025 como en 2026, una cifra inferior al promedio de más del 3 % observado desde 2020, año en que la pandemia paralizó la actividad económica global. En particular, se prevé que el crecimiento de Estados Unidos se desacelere notablemente, cayendo del 2,8 % registrado en 2024 a un 1,6 % en 2025 y un 1,5 % en 2026.
La organización también advirtió que la inflación persistente, impulsada en parte por los nuevos aranceles estadounidenses, impedirá que la Reserva Federal recorte sus tasas de interés en el corto plazo. La inflación en EE. UU. podría acercarse al 4 % a finales de 2025 y mantenerse por encima del objetivo del banco central en 2026.
Desde abril, Trump ha introducido un paquete arancelario sin precedentes conocido como el “día de la liberación”, elevando la tarifa media efectiva en EE. UU. de un 2,5 % a más del 15 %, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque algunos aranceles han sido moderados desde entonces, la incertidumbre generada ha golpeado la confianza de los mercados y ha contribuido a una revisión a la baja de las expectativas de crecimiento.
El impacto no se limita a EE. UU. Las nuevas previsiones de la OCDE para 2025 muestran recortes para economías clave como China, Francia, India, Japón, Sudáfrica y el Reino Unido. El crecimiento chino, por ejemplo, se desacelerará del 5 % en 2024 al 4,7 % en 2025 y al 4,3 % en 2026. En Europa, la zona euro crecerá solo un 1 % este año y un 1,2 % en 2026, mientras que Japón lo hará a ritmos aún más bajos: 0,7 % en 2025 y 0,4 % en 2026. El Reino Unido también verá rebajadas sus previsiones a 1,3 % en 2025 y 1 % en 2026.
Álvaro Pereira, economista jefe de la OCDE, subrayó la urgencia de reactivar las negociaciones para reducir barreras comerciales. “De lo contrario, el impacto en el crecimiento será bastante significativo. Esto tiene enormes repercusiones para todos”, afirmó.
La organización también alertó sobre otros factores de riesgo. Las valoraciones bursátiles elevadas aumentan la exposición de los mercados a choques negativos, y la presión fiscal —impulsada por un mayor gasto en defensa— amenaza con desequilibrar aún más las finanzas públicas. Al mismo tiempo, la inversión empresarial se ha mantenido débil: muchas compañías han priorizado la recompra de acciones y la acumulación de activos financieros en lugar de invertir en infraestructura productiva.
“El fortalecimiento de la inversión será clave para reactivar nuestras economías y mejorar la salud de las finanzas públicas”, concluye el informe.