PABLO GIL | La guerra de Israel pone en jaque a la FED: así afecta a la economía la escalada bélica
El economista y analista, Pablo Gil, ofrece una radiografía completa de la situación macroeconómica y geopolítica que está afectando a los mercados financieros globales. A pesar del conflicto entre Israel e Irán, Pablo destaca que los inversores parecen restar importancia al riesgo geopolítico, ya que los mercados bursátiles apenas han corregido. Advierte que se ha instalado un “exceso de optimismo” que no refleja la gravedad de la escalada internacional, ni los posibles efectos de una intervención militar más directa de Estados Unidos.
En cuanto al conflicto entre Israel e Irán, Pablo Gil señala que, sorprendentemente, los mercados han reaccionado con indiferencia, mostrando una corrección mínima a pesar de la magnitud del enfrentamiento. A su juicio, esto refleja una desconexión entre el discurso de preocupación de los inversores y su comportamiento real en los mercados. Mientras el petróleo sí ha repuntado, las bolsas siguen sin reflejar el verdadero riesgo geopolítico que implica una posible escalada en Oriente Próximo con la implicación indirecta, pero crucial, de Estados Unidos.
Gil también analiza la próxima decisión de la Reserva Federal, destacando que Jerome Powell no parece inclinado a bajar tipos de interés de inmediato, a pesar de las presiones políticas y del aumento en los precios del petróleo y el gas natural. Critica la falta de avances en la guerra comercial entre EE.UU., Reino Unido y China, y considera que las negociaciones han sido superficiales y sin resultados concretos.
Además, examina el caso de Japón como ejemplo de los límites de la política monetaria expansiva: un país con altísima deuda pública, inflación por encima del objetivo y sin crecimiento económico sostenido. En este contexto, afirma que Japón está atrapado, sin margen para subir tipos sin provocar efectos financieros adversos.
Finalmente, Gil defiende la postura cautelosa de la Fed, ya que los datos reales (consumo, empleo y actividad) no justifican aún un estímulo monetario agresivo. Mientras que en Europa la baja inflación y el estancamiento económico sí justifican los recortes de tipos, en EE.UU. el escenario es más resiliente. Con una mirada crítica y técnica, Pablo Gil concluye que estamos ante un entorno de alta incertidumbre, baja claridad política y muchos focos de riesgo sin resolver.