Scope Ratings no espera que los bancos españoles cambien “radicalmente” sus previsiones por el nuevo impuesto

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Scope Ratings ha analizado las consecuencias del nuevo impuesto temporal a los grandes bancos españoles anunciado ayer por el Gobierno y ha concluido que “es demasiado pronto” para cuantificar el impacto de la tasa, si bien no espera que las entidades cambien “radicalmente” sus previsiones.

La directora asociada de instituciones financieras de Scope Ratings, Chiara Romano, apunta en el análisis a la reacción del mercado ante la noticia del nuevo impuesto, que llevó a la banca del Ibex 35 a perder más de 5.000 millones de euros de capitalización en la jornada del martes, siendo los más perjudicados aquellos bancos más centrados en el mercado español.

Este impuesto, que estaría vigente durante 2023 y 2024 y podría suponer unos ingresos de 1.500 millones de euros cada año, según las previsiones del Gobierno, y representaría alrededor del 7% del beneficio neto atribuible de los diez mayores grupos bancarios en 2021.

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“Sin embargo, a falta de más detalles, es demasiado pronto para cuantificar los impactos, incluyendo cualquier cambio en los planes para devolver capital a los accionistas”, afirma la experta.

Romano indica que la mayoría de los bancos se han mostrado “muy positivos” por el aumento de sus ingresos netos por intereses. Los principales bancos españoles han informado de una sensibilidad de estos ingresos del 18% de media a un aumento de 100 puntos básicos de los tipos de interés.

Cabe destacar que Sánchez justificó ayer este impuesto en el Debate sobre el estado de la Nación en la subida de tipos de interés, que beneficiaría a la banca.

Sin embargo, la experta de Scope Ratings señala que el desfase entre el aumento de la curva de rendimiento y la capacidad de los bancos para reajustar los precios en beneficio de los márgenes de interés “significa que los efectos completos no se producirán hasta 2023” y que el nuevo impuesto “frenará” la esperada mejora de la rentabilidad.

No obstante, sostiene que esta tasa “no es una preocupación crediticia inmediata”. Desde el punto de vista del sector, Romano resalta que los bancos españoles han experimentado mejoras en los principales ratios de rendimiento: la morosidad media de los grandes bancos españoles ha convergido hasta niveles similares a los de otras entidades comparables de la Unión Europea, ejemplifica. Además, destaca la “elevada” cobertura de la morosidad en forma de provisiones ante posibles pérdidas crediticias.

“El coste del riesgo de los bancos españoles –que mide el tamaño de sus provisiones en relación con sus carteras de préstamos– también ha tendido a la baja, aunque estaba por encima de los niveles prepandémicos en el primer trimestre. La dirección de los ratios de coste-ingreso también ha sido positiva”, agrega.

Igualmente, Romano señala los “sólidos” resultados que los bancos españoles presentaron en el primer trimestre, por lo que no espera que los grandes grupos financieros nacionales cambien “radicalmente” sus previsiones por el anuncio de este impuesto, si bien indica que podrían realizarse algunos ajustes “justificados”.

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