Telefónica y Liberty se reparten los puestos directivos en su filial conjunta en Reino Unido

La empresa conjunta participada al 50% por O2 (filial británica de Telefónica) y Virgin Media (filial de Liberty Global) contará con una directiva formada por seis miembros designados por cada parte, según ha podido confirmar Europa Press con fuentes cercanas a la operación.

En el caso de Telefónica, cuatro de los directivos seleccionados ya ocupan altos cargos en O2, mientras que otros dos cuentan proceden del Grupo Telefónica.

A la ya anunciada Patricia Cobián (O2) en el rol de directora financiera, se unirán procedente del grupo Telefónica; Adrián Di Meo, director tecnológico en Argentina de la multinacional española, que actuará en esta nueva empresa como director de Información, y Enrique Medina, que estará a cargo del departamento jurídico, tal y como adelantó ‘Cinco Días’.

Además, Telefónica designará, procedentes de O2, a Gareth Turpin, que será director comercial de Móviles y Servicios, Jo Bertram, directora comercial para Empresas y Negocio Mayorista, y Nicola Green, que estará al frente de Comunicación y Asuntos Corporativos.

Por su parte, desde Virgin Media se incorporarán a la nueva compañía entre otros Lutz Schüle como consejero delegado, Jeff Dodds, como director general del negocio de Cable y Convergencia y Jeanie York, directora de Tecnología.

Completarán el plantel de directivos designados por Liberty (que no ha incorporado a nadie procedente de la matriz a la empresa): Rob Evans, en el cargo de director general y encargado de la Expansión de la Red, Kay Schwabedal, director digital, y Philipp Wohland, director de Recursos Humanos y Transformación.

A la espera de la aprobación final por parte de las autoridades de competencia británicas, que ya han emitido una primera autorización provisional, la nueva empresa nacerá con una directiva en la que las mujeres ocuparán un tercio de los puestos.

La operación, la más grande de la historia de Telefónica, pretende crear una compañía que aspira a liderar el mercado de la conectividad en el Reino Unido con unos ingresos de 11.000 millones de libras (12.653 millones de euros) y ambiciosos planes de inversión en el país.