Todo sobre la “Operación Telaraña” de Ucrania: así se han realizado los ataques en territorio ruso
La guerra ha cambiado con la llegada de la IA y el avance de la tecnología. Ucrania ha lanzado un ataque que llevaba preparando más de un año y medio y la han ejecutado sin agentes sobre el terreno, utilizando drones equipados con inteligencia artificial. La operación ha alcanzado aeródromos clave dentro del territorio ruso, a miles de kilómetros de la frontera. Se ha logrado infiltrar drones FPV mediante un camión conducido por un ciudadano ruso, quien desconocía el contenido que transportaba. Desde esa posición, los drones han sido activados y han impactado puntos estratégicos como las bases de Velaya e Ircutsk.
Según los servicios de inteligencia ucranianos, se han destruido 41 aeronaves, incluidos bombarderos TU-95, TU-22M3 y aviones de reconocimiento A-50. La magnitud del ataque ha generado versiones dispares sobre el daño total, aunque fuentes ucranianas han afirmado que se ha afectado hasta el 40% de la aviación estratégica rusa. Además de los aviones, también se han atacado depósitos de combustible, como el de Engels-2, crucial para el abastecimiento de los bombarderos. La novedad táctica radica en el uso de drones de bajo coste —algunos de menos de 500 euros— capaces de dañar equipos militares valorados en millones.
La inteligencia artificial ha desempeñado un papel clave. Ucrania ha entrenado algoritmos en museos con modelos soviéticos para identificar los puntos vulnerables de los bombarderos, lo que ha permitido aumentar la precisión del ataque. La operación “Telaraña” ha confirmado un cambio sustancial en la naturaleza de la guerra: el equilibrio entre inversión tecnológica y estrategia militar se ha convertido en un factor decisivo en el conflicto.