
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, compartió este miércoles que su homólogo ruso, Vladimir Putin, le advirtió que responderá con fuerza a los recientes ataques con drones que Ucrania lanzó en lo profundo del territorio ruso. La revelación, hecha por Trump en su red Truth Social tras una llamada telefónica de una hora y 15 minutos, deja entrever un estancamiento en sus intentos por lograr un alto el fuego en la guerra.
“Fue una buena conversación, pero no conducirá a una paz inmediata”, escribió Trump. Según él, Putin aseguró que “tendrá que responder” a los ataques recientes contra aeródromos rusos. La Casa Blanca no mencionó nuevas sanciones ni avances hacia una cumbre con líderes, que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha respaldado públicamente.
Trump ha prometido resolver el conflicto rápidamente gracias a su cercanía con Putin, pero también ha amenazado con retirarse del proceso si no hay resultados. Su ambivalencia ha generado inquietud en aliados europeos, en especial tras la ofensiva ucraniana con drones contra instalaciones militares rusas, incluso en Siberia, lo que ha supuesto un golpe a la imagen del Kremlin.
Mientras Trump divulgaba la llamada, el Kremlin fue más prudente y no mencionó represalias, destacando su esperanza de mantener el diálogo. Según Yuri Ushakov, asesor de Putin, el mandatario ruso también afirmó que Trump no tenía conocimiento previo de los ataques. Putin, por su parte, rechazó la propuesta de Zelenski de reunirse directamente, alegando que no hay condiciones para ello y acusando a Ucrania de otros atentados, como ataques a puentes.
Pese al enfriamiento diplomático, representantes rusos y ucranianos se reunieron en Estambul esta semana por segunda vez con mediación turca, compartiendo documentos y acordando avanzar en un nuevo intercambio de prisioneros. Sin embargo, Zelenski se mostró escéptico sobre el valor de continuar esas reuniones si no hay voluntad de llegar a soluciones. En cambio, reiteró su disposición a reunirse directamente con Putin, y propuso un alto el fuego previo en un lugar a elección de Rusia, como Estambul, el Vaticano o Suiza.
Ese mismo día, Putin conversó también con el papa León XIV, según el Kremlin, quien instó a Moscú a “dar un gesto en favor de la paz”. En Washington, el jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, se reunió con el secretario de Estado Marco Rubio para discutir el rumbo de las negociaciones y la situación en Estambul.
En paralelo, Vladyslav Vlasiuk, enviado especial para sanciones, explicó que una ley respaldada por senadores demócratas y republicanos en EE. UU. podría privar a Rusia de hasta 60.000 millones de dólares en ingresos petroleros, cifra similar al gasto anual ruso en la guerra. No está claro si Trump apoyará la medida.
El presidente también indicó que Rusia podría participar en las negociaciones con Irán, otro tema delicado para Washington. “Putin sugirió que podría ayudar en el proceso con Irán, y eso sería valioso”, escribió Trump. “Pero necesitamos una respuesta definitiva muy pronto”.
Sin embargo, el Kremlin adoptó una postura más cauta, indicando solo que Trump agradecería la ayuda rusa si llegara a producirse. Mientras tanto, el líder supremo iraní, Alí Jamenei, rechazó la más reciente propuesta nuclear de EE. UU. y calificó a sus funcionarios de “arrogantes” por esperar el cese del enriquecimiento de uranio.
Las conversaciones entre Washington y Teherán, mediadas por Omán desde abril, han tenido ya cinco rondas sin avances significativos, manteniendo viva una de las tensiones diplomáticas más duraderas en la región.