
El presidente Donald Trump oficializó este miércoles un aumento de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, elevándolos del 25% al 50%. La medida, que entró en vigor a las 12:01 a.m. hora de Washington, busca reforzar la producción industrial interna y, según la administración, salvaguardar la seguridad nacional de Estados Unidos.
En la orden firmada el martes, la Casa Blanca argumenta que los aranceles previos no habían logrado que las industrias del acero y el aluminio alcanzaran niveles de producción adecuados para garantizar su sostenibilidad y cumplir con las necesidades de defensa nacional. “Aumentar los aranceles impuestos anteriormente brindará un mayor respaldo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones”, señala el documento, publicado en la cuenta oficial de la presidencia en X.
La decisión se produce en un contexto tenso de negociaciones comerciales con varios países, justo antes de la fecha límite del 9 de julio impuesta por Trump para cerrar acuerdos bilaterales. Aunque recientemente un tribunal federal invalidó varias tarifas impuestas por Trump bajo leyes de emergencia, los aranceles sobre metales no se vieron afectados, y el mandatario ha mostrado su intención de mantener la presión en la mesa de negociación.
Reino Unido será la única excepción, manteniendo el arancel del 25% hasta el 9 de julio, mientras ambas naciones intentan alcanzar un acuerdo comercial más amplio. Una parte clave del entendimiento alcanzado el mes pasado apunta a reducir las barreras al acero británico, aunque aún no hay consenso sobre el grado de alivio y el pacto sigue sin aplicarse.
Por su parte, México ha declarado que solicitará su propia exención. El canciller Marcelo Ebrard calificó el aumento como “insostenible” y pidió una revisión urgente por parte de Washington.
Trump hizo el anuncio oficial durante un discurso en una planta de United States Steel Corp. en Pensilvania el viernes pasado, donde respaldó la venta de la empresa a la japonesa Nippon Steel, aunque garantizó que seguiría bajo algún tipo de control estadounidense. “Con un arancel del 25%, aún podían escalar la valla; con uno del 50%, ya no podrán hacerlo”, aseguró a los trabajadores.
Más tarde, confirmó en redes sociales que el aluminio también quedaría sujeto al mismo aumento tarifario.